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lunes, 29 de junio de 2015

Stage de recuperación en Isaba

Qué pena que los fines de semana, incluso alargándolos, solo duren tres días.
Este fin de semana he estado con mis amigos de la Sociedad Ciclista Bilbaina en Isaba (Navarra). Como yo estoy de recuperación activa no he podido hacer mucho deporte, pero he disfrutado como el que más. Un poco de bicicleta el sábado, subiendo suave hasta el antiguo refugio de Belagua, y una carrera a pie muy despacio el domingo por el encantador valle de Belabarze. Una pocholada de lugar.
Y después, mucho tiempo de coche sacando fotos y acompañando a mis amigos en sus dos rutas ciclistas.
La verdad es que a mí me gusta mucho esta labor de ir de coche de apoyo cuando no voy en bici. Me lo paso muy bien y me quedo muy satisfecho ayudándoles llevando bebidas, comida y dándoles apoyo moral. Es una forma diferente de hacer un stage de entrenamiento. Y creo que me ha venido muy bien. Además de un poco de deporte suave, lo que me toca ahora, han sido tres días estupendos para desconectar totalmente de la rutina normal. Solamente con cambiar de aires y hacer algo diferente la cabeza se nos resetea y cogemos de nuevo fuerzas para seguir el reto de la vida. Y por si fuera poco, el nivel de bobadas que decimos y hacemos todo el rato hace que no pares de reír desde que sales hasta que llegas. Lo dicho, un placer.
Bueno. Os dejo unas pocas fotos que seguro que os darán envidia. El pirineo navarro es una maravilla.
























 


viernes, 19 de junio de 2015

Prueba de esfuerzo y cambio de planes

Tras las cinco maratones en cinco meses (que en realidad, si miro el tiempo pasado entre el de Sevilla -22 de febrero- y el de Laredo -10 de junio- han sido cinco en menos de cuatro meses) me ha parecido conveniente hacerme una nueva prueba de esfuerzo para ver cómo se ha comportado mi cuerpo tras tanto esfuerzo.
La última prueba de esfuerzo la hice el 18 de febrero, justo antes de ir a Sevilla, y me dio muy buenos valores. Fui a Sevilla bien preparado, como se vio después en la carrera en la que corrí perfecto y con mi segunda MMP.
Esta mañana he pasado por la consulta de mi amigo/médico Joseba Barrón, de Senkirol, y me ha sometido a su protocolo de prueba de esfuerzo.
Bueno. Hay buenas y malas noticias.

Buenas noticias:
Por un lado mi Consumo Máximo de Oxígeno (VO2) sigue estando en valores excelentes (58,09), un poco menor que en febrero (61,83) pero sigue siendo muy bueno para mi edad.
El Punto de Conconi, el umbral aeróbico, ha subido a 140 ppm, de los 136 ppm de febrero, y la potencia que muevo en ese punto ha subido de 3,32 w/kg en febrero a 3,96 w/kg ahora, uno de mis mejores valores desde el 2009.
También la Potencia Máxima Mantenible ha subido de 4,46 w/kg de febrero a 4,68 w/kg ahora. También he mejorado la Potencia pico, que la tengo en 780 w, o sea, 11,81 w/kg.
La recuperación en 1 minuto ha mejorado también de un valor de 17 pulsaciones en febrero a 23 pulsaciones ahora.

Malas noticias:
La tensión arterial es correcta en el esfuerzo, pero lenta en recuperación. Puede ser por la fatiga.
Electrocardiograma: Aquí viene lo peor de todo. Hasta hoy solamente alguna vez me había aparecido algún extrasístole ventricular aislado en recuperación. Sin embargo hoy se han registrado 65 extrasístoles ventriculares durante el calentamiento, en el esfuerzo y en la recuperación.
Posible causa: Hasta febrero estuve preparando el maratón de Sevilla de forma progresiva. Pero después de Sevilla, a la fatiga normal de correr el maratón a tope se ha podido sumar el que luego he seguido entrenando suave para recuperar entre maratones y un día al mes, en cada maratón, le he metido una paliza al corazón, no de intensidad pero sí de duración del esfuerzo.

¿Y qué significa esto? Que como mis siguientes grandes objetivos del año son el Maratón de Washington en octubre (que ya he pagado el viaje), y la Behobia-SS, que quiero correrla bien, es necesario hacer una buena recuperación del corazón con un entrenamiento controlado durante los siguientes dos meses y repetir la prueba en agosto para ver que hayan desaparecido estos extrasístoles, ya que si no pueden dar origen en el futuro a alguna arritmia, lo cual ya es más serio.
Por tanto, de aquí a agosto seguiré el plan que me ha recomendado Joseba, con entrenos muy suaves a pulsaciones bajas.
O sea que, adiós por ahora a mi plan de subir el Tourmalet corriendo en julio. Lo dejaré para otra ocasión. Me hacía ilusión hacerlo, pero creo que con lo que he hecho hasta ahora este año puedo estar más que satisfecho y prefiero guardar la salud y poder ir a Washington sabiendo que puedo correr el maratón.
Hay que saber escuchar a los médicos y al cuerpo.




martes, 9 de junio de 2015

5 maratones x 5 meses: Y en Laredo terminé (with a happy end)

Bueno, ya está hecho. El domingo corrí el Maratón de Laredo y llegué a la meta. Ya está. Se acabó. Han sido unos meses muy interesantes y que, con esta tontería de los maratones, se me han pasado volando.
En primer lugar haré algún comentario sobre la carrera de Laredo.
Eran cuatro vueltas a un mismo circuito, por lo que mentalmente ya es una carrera dura, pues las dos últimas vueltas se hacen pesadas, sobre todo la 3ª, ya que en la última como ya ves que llegas al final te animas más.
El tiempo acompañó bastante. Hacía algo de calor, no demasiado, pero el cielo se mantuvo casi todo el rato algo cubierto, con lo que no llegó a calentar demasiado. Hacía algo de viento, pero solo era molesto en un par de rectas llegado a la zona de giro del puerto.
En la salida había más o menos unos 900 participantes en el Medio Maratón (daban dos vueltas saliendo a la vez que nosotros), y 215 en el Maratón.
Ya he comentado alguna vez que no me gusta que salgan juntas las diferentes carreras, ya que es difícil acoplarte a un grupo desde la salida. Pero bueno, ya lo sabíamos.
Llegué a Laredo temprano desde casa y sin prisas. El sábado por la tarde me acerqué hasta allí a recoger el dorsal, así que el domingo llegué pronto, dejé el coche junto al polideportivo donde nos duchábamos después, y me preparé con tranquilidad. Luego tomé un par de cafés, y fui a la salida a esperar.
Allí me encontré con Bego Beristain, a la que he tenido el placer de conocer hace poco corriendo y bebiendo cervezas en Bilbao, y que está preparando su reto de un triatlón en San Sebastián con las Irongirls, y que iban a hacer la Media. Suerte a todas.
Se dio la salida con buen ambiente y traté de poner un ritmo cómodo de salida, pero como todo el mundo iba rápido no lograba coger el ritmo que yo quería y me salieron los dos primeros kilómetros algo rápidos e iba un poco alto de pulsaciones, así que aproveché en el km 4 para parar en un baño a desbeber y así me obligaba a bajar el pulso.
Enseguida me incorporé de nuevo a la carrera y me junté con un grupito que iba animando a una compañera para hacer la media, así que iban suave y me vino muy bien hacer con ellos el resto de la primera vuelta (luego la chica se paró y ya seguí solo porque se quedaron atrás).
En la segunda vuelta fui un rato en diferentes grupos intentando mantenerme en mi ritmo, hasta que me junté con dos guipuzcoanos que iban bien. En esos kilómetros es cuando mejor me encontré, tanto que mi cerebro empezó a rumiar la idea de, al terminar la carrera, correr un poco más tiempo para hacer por primera vez en mi vida 45 km seguidos. Cosas que se te ocurren en los momentos de euforia, cuando te vuelves un poco tonto.
Ya en la tercera vuelta me empezó a molestar la pierna izquierda (aún me quedaban los dolores de correr en Erlaitz cuesta arriba y cuesta abajo hace dos semanas) y para intentar aguantar acorté el paso y me quedé solo. Luego alcancé a una chica y fui con ella un buen rato. Le di uno de mis geles, ya que iba un poco justa y se quedó algo por detrás al paso por la meta de la tercera vuelta, lo que fue una pena, pues seguro que los dos juntos nos hubiéramos animado mutuamente. Al de un rato parecía que me iba a alcanzar de nuevo, pero vi que tuvo que parar un par de veces así que ya fui en solitario hasta el final.
El resto de la última vuelta fui controlando que el dolor de la pierna no fuera a peor, y ajusté el paso para sufrir lo mínimo posible. Por supuesto mi cerebro se recuperó de la locura anterior y decidió, con buen criterio, que con el maratón ya era suficiente.
En la meta marqué 4:06, lo mismo que en Vitoria un mes antes.
Sensación en meta: dolor de piernas pero muy satisfecho y contento.
Tras acabar comprobé que yo estaré pirado, pero hay gente mucho peor que yo. El que acabó justo detrás de mí me dijo que ya llevaba terminados 98 maratones, y su amigo, que iba el último, con éste hacía 230 y pico o una burrada así. Buf. Me quito el sombrero.
Por cierto. No me gustó que al llegar ya no cogían a más gente para el masaje, pues con los que estaba esperando ya tenían para una hora. Se supone que el cierre de control era de 5 horas, así que solo pudieron tener acceso a masaje los del medio maratón y los que acabaron el maratón en menos de 3:30. Un fallo, a mi entender.
Tampoco me gustó que no hubiera medallas. No es que me importen mucho, pero me hacía ilusión tener las de los cinco maratones del año juntas.
Pero un 10 para los voluntarios. Animaban mucho y los chavales que estaban en los avituallamientos eran unos cracks. No me faltó agua y Acuarius en toda la carrera. Con eso y mis geles y mi Glucosport llego a donde sea.

Resumen de los cinco maratones:

Sevilla: Muy buena carrera, mi segunda MMP. Controlando el ritmo todo el rato sin problemas y muy satisfecho. El entrenamiento que llevé demostró ser correcto.
Barcelona: Noté el cansancio de Sevilla y sufrí la segunda mitad. Iba bastante cansado e incluso tuve que parar a caminar un poco dos o tres veces. Tres semanas son poco tiempo para recuperar de un maratón corrido a tope.
Burdeos: Salvo molestias estomacales y la incomodidad de la lluvia y el correr de noche, no corrí muy mal. Fueron cinco semanas desde Barcelona y había recuperado bien.
Vitoria-Gasteiz: Tampoco me noté excesivamente cansado, pero el calor me dejó frito al final.
Laredo: Si no hubiese llegado con las piernas muy tocadas por las cuestas de Erlaitz hubiese corrido mucho mejor, ya que no he llegado excesivamente cansado a esta última cita.

¿Y ahora qué?
Pues a montar un poco en bici, seguir corriendo pero sin tiradas largas de fondo (creo que ya no me hacen falta por ahora) y en julio mantengo la idea de subir el Tourmalet corriendo aprovechando los días en el Tour de Francia. Luego la segunda mitad de julio pararé del todo y en agosto empezaré a preparar el Maratón de Washington (24 de octubre) y la Behobia-SS.
¿Quién dijo que esto se había acabado?
Todas las llegada a meta.

Con Begoña Beristain nada más salir. (Foto atletismocantabria.es)

Con los que hice la primera vuelta. (Foto atletismocantabria.es)

Con los guipuzcoanos. (Foto atletismocantabria.es)

Llegada a meta. (Foto atletismocantabria.es)

Cinco en cinco. (Foto Raquel)