La meta del Maratón de Nueva York es una de las más deseadas por quienes corremos maratones.
Me acordé el viernes de esta palabra al pasar en bicicleta
por un pueblo de la costa vasca y ver una “belar-meta”.
“Belar-meta” (o solo “meta”) es la
palabra que en euskera designa a esos montones de hierba de forma cónica que
se hacen alrededor de un poste alto para que la hierba se seque y sirva de
alimento para los animales del caserío. En castellano se llama “almiar”.
¿Y qué relación tiene los que para nosotros es la meta de
una carrera y la “belar-meta”? Pues
mucha, y la explicación es muy bonita si os gusta conocer el origen de las
palabras.
“Meta” viene del griego, meta,
en su significado de “más allá” o “después de”, de donde surgen las palabras
como metáfora, metafísico o metamorfosis.
Pero al castellano, y en el sentido
de final de una carrera, nos viene del latín meta, relacionado con el metrum,
medida, y se refiere a lo que marca o delimita un espacio. Por eso “meta”, en
el Diccionario de la Real Academia Española de la lengua (el DRAE) tiene como
primera acepción “Término señalado a una carrera”, lo que nos indica dónde
debemos dejar de correr, por fin.
En latín, el vocablo “meta” designaba a cualquier objeto de
forma cónica, como eran los tres mojones que colocaban en los estadios, en las
pistas de las carreras de cuadrigas, y que señalaban el lugar de finalización de
la carrera, la meta, en el sentido que le damos a esta palabra.
"The Circus Maximus", de Jean-Leon Gerome. 1876. Con las tres "metas".
Pero en euskera, “meta”
(o “belar-meta” –de “belarra”, hierba-), como he dicho, es el
nombre que se le da al montón de hierba que se apila en torno a un poste. Y se
le llama así porque este montón de hierba tiene la misma forma que las metas
que se colocaban en los estadios romanos.
Es curioso cómo en el caso de la palabra “meta” en
castellano, esta ha cogido el significado del latín, “final de una carrera”,
mientras que en euskera la palabra “meta”
ha cogido la forma cónica del objeto que señalaba la meta.
Los aficionados al ciclismo conocerán, sin duda, la marca
vasca de ropa de ciclismo “Etxe Ondo”, una marca de gran prestigio. Pues bien.
El logo de esta marca lo conforman las iniciales de su nombre, una E y una O, unidas en forma de una “belar-meta”,
jugando con la palabra “meta” en
euskera, y la meta de una carrera ciclista en castellano.
Ya sabéis ahora por qué llamamos meta a la meta de las
carreras.
"Belar-meta" en Elgoibar.
Logo de Etxe Ondo.Una "belar-meta".
Muy curioso
ResponderEliminarZe ondo azalduta! Qué bien explicado!
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