Aunque soy más de correr por asfalto, también disfruto corriendo por el monte de vez en cuando. Pero he de decir que no tengo apenas experiencia en este tipo de carreras. Con ésta creo que sumaré media docena.
Coronando Apuko.
De todas formas, y como mi gran objetivo para este 2017 es el Ultra del Zermatt Marathon, en Suiza, estoy metiendo en mis entrenos varios días al mes de trail, y en mi plan está el participar en algunas carreras de monte de aquí a verano (además del Maratón de Madrid). Así que, para empezar, me inscribí en la Apuko Mendi Lasterketa, ya que es cerca de mi casa y varios de mis compis de los Beer Runners Bilbao la corren todos los años y siempre hablan muy bien de ella.
Para los que somos corredores de asfalto, al principio impone un poco el ver los perfiles de estas carreras, que, además, no suelen ser lo que se dice cortas. La Apuko tiene un recorrido de casi 23 km, y de salida tienes 7 km casi todo el rato subiendo por fuerte pendiente. A esto hay que sumar las bajadas, que para los corredores no habituados a correr por el monte suponen un esfuerzo muy grande a nivel muscular, sobre todo para los cuádriceps, lo que se nota, y mucho, los días posteriores a la carrera. Pero a la Apuko ya fui con unos cuantos kilómetros de monte en las piernas y finalmente me encontré mucho mejor de lo que esperaba.
De todas formas, lo peor en estas carreras no es el recorrido en sí, ya que a eso te adaptas según tus capacidades y en las zonas más duras vas caminando. Para mí lo peor es que el nivel de los participantes suele ser muy alto. En una carrera de asfalto normalmente sé que siempre voy a tener a mucha gente por detrás en todo momento. Sin embargo, en las carreras de monte, por los menos en las pocas que conozco en Euskadi, casi todos los que salen corren mucho, y mi principal temor en la Apuko era no terminar el último.
Así que tomé la salida y empezamos a subir el duro inicio de la prueba. Salvo un breve tramo de bajada, hasta el km 7 subes continuamente, y con rampas duras de asfalto y cemento en los primeros 3 km. Mi objetivo en este tramo era no ser el primero en comenzar a caminar, y logré llegar al km 0,7 sin dejar de correr. Allí ya había mucha gente caminando así que de ahí al km 7 caminé más que corrí, lo que, por otra parte, supone ir casi a la misma velocidad, pero subiendo menos las pulsaciones. De todas formas en estas cuestas también es conveniente correr a tramos para no cargar demasiado los lumbares de caminar con una postura tan forzada.
Tras coronar por fin esa primera parte, ya vas bajando hasta el km 10 y luego nos metíamos en una zona de terreno menos duro, alternando bajadas con algunas subidas no muy duras. Así dejé pasar los km hasta que ya nos acercamos al monte Apuko, el que da nombre a la prueba, al que bordeábamos por una subida no muy dura, salvo el final. Ya en la cima, tras el último avituallamiento, solo nos quedaba una bajada inicial bestial por el desnivel (menos mal que estaba el terreno seco) y luego ya unos 3 km de bajada más fácil, con alguna zona llana o de subida ligera, hasta la meta.
He de decir que tras la subida inicial, no sentía las piernas demasiado sueltas y me temí que en la bajada final los cuádriceps me dolieran mucho. Sin embargo, y para mi sorpresa, me fui sintiendo cada vez mejor a medida que pasaban los km y en la bajada final pude apretar bastante (bueno, bastante para mí, que bajo siempre muy despacio por el miedo a un tropezón y a lesionarme).
En resumen: carrera bonita, durilla y en la que acabé mucho mejor de lo que esperaba. Buena organización, estupendo festejo y comilona al final y una camiseta técnica muy chula. No quedé el último pero casi (el 508 de 567 clasificados), y bajé de 3 horas (2:55). No se puede pedir más.
Increíble el tiempo del ganador, 1:38 (el récord está en 1:37, ¡que es mi MMP en Medio Maratón en asfalto!).
BEER RUNNERS BILBAO: De nuestro equipo tomamos parte en la prueba Mario, Agus, Marcos, Javi Del Río, Aitor, Iñaki, Iván, José Mari y yo. Solo Aitor e Iñaki quedaron por detrás de mí, porque Aitor (que llevaba dos semanas sin poder correr) sufrió varias contracturas en las piernas a la vez en la bajada dura de Apuko. Así y todo fue capaz de llegar a la meta por su propio pie ayudado por Iñaki.
Y qué decir de los que se acercaron a animar. Sobre todo las chicas que fueron por monte desde Cruces hasta Apuko y que nos dieron alas para volar en el tramo final con sus gritos de ánimo. Muchísimas gracias. Sois las mejores.
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