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jueves, 25 de julio de 2019

Tour de Francia y subida al Tourmalet corriendo

Como todos los años desde 1988, este julio también he estado unos días en el Tour de Francia. Aunque ahora mi actividad deportiva sea principalmente la de maratoniano, yo me sigo sintiendo ciclista y el ciclismo es mi gran pasión.
De nuevo hemos ido un grupito de amigos de la Sociedad Ciclista Bilbaina. Este año ha tocado, como tantas veces, ir a Luz Saint Sauveur, un bonito pueblo al pie del Tourmalet.
El jueves tras la llegada, vimos la etapa del día por la tele y luego Sergio, Javi y Gontzal fueron a subir algún puerto en bici, mientras los demás dábamos un bonito paseo por los alrededores de Luz, pasando por el Puente de Napoleón III, que en 1859 autorizó su construcción por sugerencia de su mujer, la emperatriz Eugenia, tras una estancia en la termas del lugar, y por la capilla Solférino, también de 1859.
El viernes algunos hicieron una dura ruta con cuatro puertos (entre ellos el Tourmalet por ambas caras), mientras otros fuimos al Soulor por Ferrieres, tras dejar el coche cerca de Pau, ya que queríamos ver después la crono, aunque al final no nos dio tiempo.
El sábado subimos en bici el Tourmalet, hasta donde nos dejaron, y nos quedamos a unos 4,5 km de meta a ver la etapa en la tele gigante que habían instalado.
Y por fin, el domingo, yo subí por segunda vez en mi vida el Tourmalet corriendo. En 2015 lo hice dos semanas antes del maratón de los Marines de Washington, y esta vez lo quería hacer como último entrenamiento duro de cara a la Subida al Veleta que correré el 4 de agosto.
Creía que lo iba a subir más lento que en 2015. Sin embargo lo subí con buenas sensaciones. Tardé 10 minutos menos que en aquella ocasión y con solo dos paradas cortas para tomar un gel y sacar unas fotos. Se me hizo duro el último kilómetro, que es el más empinado, pero disfruté mucho en general.
Aquí os dejo unas fotos de estos días.


A punto de coronar el Tourmalet. Feliz.

Listos para salir (tras arreglar un pinchazo en el coche)

Paradita en el Área de los Pirineos en la autopista.

Esperando la carrera en el Tourmalet.

Con los cadetes, en el puente de Napoleón III en Luz.

Luz Ardiden.

Alberto en Luz Ardiden.

Santi en Luz Ardiden.

Luz Ardiden.

A la sombra, esperando a los corredores en el Tourmalet con Sergio y Gontzal.

En el puente de Napoleón III, con Alberto, Santi, Carlos y mi hijo Alex.

Por fin en la cima tras 2:33 horas corriendo cuesta arriba.

El castillo de Luz.

Puente de Napoleón III. Inaugurado en 1863.

Vista de Luz desde la Capilla Solférino.



El helicóptero tomando imágenes de la carrera.


Capilla Solférino. Fotón de Alex.

Subiendo el Tourmalet por la Vía Fignon.


Un kilómetro muy duro para culminar la ascensión.



Cascada en el Tourmalet.




Alberto subiendo el Soulor por Ferrieres.

Casi en el Soulor. Al fondo el Circo de Litor,

Circo de Litor al fondo. Una de las carreteras más impresionantes de los Pirineos.

Con Alberto y Carlos.




Viendo la tele a casi 5 km de la meta.

Los corredores también echaban un vistazo a la tele.

Aquí empieza el Tourmalet. 18,7 km hasta arriba.

A 4 km de la cima.




El Circo de Litor al fondo, desde la carretera del Soulor por Ferrieres.

Alberto con Litor al fondo.


Cientos de caravanas en los puertos del Tour.

Curva a 4 km de la cima del Tourmalet, donde la Vía Fignon se une con la carretera nueva.

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