Resumen deportivo fotográfico del año más raro de nuestros tiempos

Llevo tiempo sin subir nada al blog, y uno de los motivos es que desde el Maratón de Landa de la entrada anterior no he hecho nada reseñable deportivamente porque no se me acaban de quitar las molestias en la rodilla izquierda. Espero que se me solucione pronto para poder empezar a entrenar de cara al 2021, puesto que tengo muchos objetivos interesantes.

Lo que voy a hacer hoy, como suelo hacer siempre al terminar un nuevo año, es hacer un repaso fotográfico de cómo me ha ido el año desde el punto de vista deportivo.

Así que, empecemos.

Como casi todos los años, empecé el año con la excursión a Gorliz con la SC Bilbaina.

En enero, sin tenerlo previsto, corrí con los Beer Runners el Medio Maratón de Sevilla en un día de frío y niebla.

Lo pasamos genial.

En febrero empecé mi nueva temporada de Duatlones con mi equipo Munay.

El du de Erandio se me hizo muy duro.

También corrí la Herri Krosa de Arrigorriaga. Una carrera que siempre es especial.

El ambiente siempre es muy bueno.

Duatlón de Mungia. Sufriendo.

Duatlón de Portugalete.

No sabíamos que iba a ser la última carrera por mucho tiempo. Vino el confinamiento y con él la cancelación de todos nuestros planes.

2 de mayo. Un día feliz. Por fin podíamos salir de nuevo a correr, aunque con limitaciones de tiempo. Corrí 23 km por el Pagasarri y nunca me había sentido más libre.

El 21 de mayo pude regresar a mi Gorbea para ver atardecer.

También subí con unos amigos de la SC Bilbaina.

En las semanas siguientes, hasta verano, pude hacer actividades interesantes, como una ruta por el Gorbea pasando la noche yo solo por el monte.

Fuimos algunos de la Bilbaina a buscar la cueva del Cura Santa Cruz en el Izpizte.

Estuvimos por el Ranero en una jornada divertida.

Hice otra ruta por el Gorbea de noche en buena compañía con los Beer Runners.

Niebla y frío en la Cruz a las 2 de la mañana.

Me hice un duatlón muy especial: en bici de casa a Pagomakurre y de ahí corriendo a la Cruz del Gorbea a ver anochecer.

He ido con los Beer Runners a Itxina.

He subido al atardecer al Ganeko.

La única carrera virtual que he hecho ha sido la Stelvio Virtual Race para ver si me tocaba un dorsal para el año que viene.

He montado bastante en bici.

También con la de gravel por rutas bonitas, como en Urkiola.

He hecho rutas de muchos puertos con mucho calor.

Para celebrar mis 57 años corrí 57 km de Bilbao a Lekeitio pocos días después de mi cumple.

Por supuesto estuvimos en el Tour, aunque en septiembre. Un año muy extraño.

En agosto regresamos al Perigord, que es una maravilla.

También corrí al atardecer por el Otoio, en Lekeitio.

Hice una buena subida a Urkiola con mi bici nueva.

Y corrí un duatlón Powerman en Butrón yo solito.

Bueno, con los ánimos de Vero y Mikel (y Argi).

La única carrera oficial que he corrido desde marzo: la Otso25k. Subida a Envalira corriendo en Andorra, con mucho frío en octubre.

Y me hice un maratón por mi cuenta dando la vuelta al pantano de Landa.

Y para terminar el año, una subida por la tarde al Gorbea en el solsticio de invierno.

En total he subido 6 veces al Gorbea este año, dos de noche, tres al atardecer y una de día.

Espectacular imagen del dron de mi hijo Alex.

Bueno. Pues viendo estas fotos puedo decir que, a pesar de todo, he aprovechado bien el año deportivo. Lástima que todos los grandes planes que tenía (maratones de Rotterdam y de las Isla Feroe, y un trail en Islandia, entre otros) no se hayan podido cumplir.

En la medida que pueda, espero no tardar en cumplir esos sueños lo más rápido posible.

Y eso solo significa que el 2021 va a ser genial. Seguro.