lunes, 9 de noviembre de 2015

Behobia San Sebastián 2015: qué placer de carrera (y de domingo)

Bueno, tras un año cargado de viajes, carreras, maratones y entrenamientos especiales, ayer corrí la 51ª Behobia - San Sebastián con la que doy por finalizada la temporada. En los últimos doce meses he corrido 2.115 km, y han sido 6 maratones y otras carreras. Un año interesante pero necesito descansar un poco para empezar con más fuerza y nuevas ilusiones a partir de diciembre.

En dos semanas finisher en el Maratón de Washington y un tiempazo en la Behobia. Súper contento.

La BeSS de ayer era un día especial. La he corrido otras tres veces, en, 1995, 1997 y en 2006, así que tenía ganas de volver a sentir aquellas experiencias, de recordar viejos tiempos y de volver a vivir el ambiente tan fantástico que se vive en esta carrera.
Respecto a la parte deportiva de la carrera de ayer, el calor que se anunciaba y un cierto cansancio que todavía tenía del viaje al Maratón de Washington de hace dos semanas me hacía tener ciertas dudas sobre cómo me iba a encontrar. Según mis cálculos, mi tiempo objetivo era hacer 1:40, o sea, correr a una media de 5 min/km. Teniendo en cuenta que el recorrido es bastante duro y con muchas subidas, para mí era un objetivo ambicioso. Mi mejor tiempo en la BeSS fue en 1997 donde hice 1:34. Pero han pasado muchos años.

Con Gabi, antes de salir.



El caso es que tras el madrugón y ya con calor desde la mañana, empecé a correr con algunos de mis compañeros de los Beer Runners de Bilbao (qué marcha y qué alegría de personas) en el cajón de los azules con la intención de correr hasta la cuesta de Gaintxurizketa sin pasar de mis pulsaciones de referencia (140 ppm) y a partir de ahí ya vería cómo correr según me sintiera mejor o peor.
Los primeros tres kilómetros fuimos a ritmo constante de 5:19 min/km. La verdad es que le comenté a Gabi, uno de mis compañeros, que no me encontraba del todo bien. Pero pasé por la cima del puerto y poco a poco fui dejando atrás a Gabi teniendo por delante como referencia a Agus, que se nos había ido unos metros, y en la bajada procuré bajar de pulsaciones pero manteniendo la velocidad.
He de hacer hincapié en que en todos los avituallamientos bebí agua y me refresqué el cuerpo, ya que el riesgo del golpe de calor estaba allí (estábamos a unos 26 o 27ºC).
En la bajada, aproveché un avituallamiento para tomarme un gel y ya, viendo que no iba muy mal, empecé a meter una marcha más y alcancé y pasé a Agus.



En las cuestas procuraba no irme mucho de pulsaciones y en las bajadas recuperaba algo, pero sin perder velocidad. Ya por Pasajes tomé un segundo gel y ya puse la directa. Según los cálculos que iba haciendo tenía complicado el 1:40, pero me podía acercar y eso me animaba.

Después de pasar la última subida, el Alto de Miracruz, ya me lancé a tope en la bajada y me la jugué para ver si era capaz de mantener el ritmo de unos 4:25 min/km en los dos últimos kilómetros llanos hasta la meta.

En el último kilómetro veía que podía acercarme al tiempo de 1:40, pero era difícil. Sin embargo eché el resto y aceleré lo que pude, y al pasar la meta marqué un tiempo de 1:40:00. Clavado.

A pesar de que las pulsaciones las llevé de menos a más (en deriva cardíaca que dicen los médicos), todo el rato podía respirar con normalidad, y eso fue lo que me animó a correr de menos a más en la segunda mitad de la carrera, que la hice casi 4 minutos más rápido que la primera mitad.

Como veis en los datos de la organización, fui mejorando todo el rato los puestos hasta quedar en el puesto 6.685.



 Y aquí tenéis los datos de mi Garmin:

En los últimos kilómetros no hice más que pasar a gente, y vi a varios corredores asistidos. Luego me enteré de la triste noticia del fallecimiento de un joven de 31 años que seguramente fue uno de los que vi ayudado por la Cruz Roja, ya que por la hora que dicen que se desplomó debió de pasar por la meta 5 minutos antes que yo.
La verdad es que no era un día para correr. Yo me conozco bien y este año he pasado más de una prueba de esfuerzo. No me cansaré nunca de resaltar la importancia de hacer deporte con salud y con garantías de que nuestro cuerpo es apto para ello. No sé cuáles son las circunstancias concretas de este caso, pero no debemos jugar con nuestra salud. El deporte, incluso para los que compiten, debe ser fuente de bienestar para nuestro cuerpo y nuestra mente. Descanse en paz.
Al pasar la meta me encontré con la triatleta Virginia Berasategui, que desde que ha recuperado la sonrisa está mucho más guapa. Charlé un rato con ella y me alegré de verla feliz.
Tras la ducha me reuní con algunos de los Beer Runners de Bilbao. Pasó bastante tiempo hasta que por fin nos juntamos todos y lo pasamos pipa en la comida y en el viaje de vuelta.
Es increíble cómo un grupo de gente, que la mayoría nos hemos conocido en los últimos meses, gracias a la afición por el deporte y por correr haya sido capaz de crear unos lazos de amistad tan sólidos. Es la magia del deporte. Que dure mucho tiempo. 



3 comentarios:

  1. Disfrute lo poco que pude a tu ritmo hasta el km 7. La verdad es que la temporada ha sido muy larga y la molestia en el isquio desde mayo no ha desaparecido por no hacer el reposo absoluto recomendado. Iba muy comodo al ritmo que marcabas los primeros kms pero luego con la molestia pense en bajar el ritmo y llegar a meta, era un dia duro y queria terminarla muy bien. Ojala que tengamos mas carreras juntos y mas cañas que tomarnos Javi, la posibilidad de Berlin es muy real. En cuanto a los Beer Runners, los has definido muy bien, es un gran grupo humano, que ha hecho una bonita amistad. (sorry por los acentos...cosas de este teclado!=)

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  2. Javi, es un auténtico placer correr contigo. Siempre llevas los tiempos y las pulsaciones controladas (desde la planificación hasta la carrera). Eres una buena referencia y da tranquilidad correr contigo. Me faltaron tres minutos, para poder acabarla contigo.
    Pasamos un día estupendo, buen tiempo, buena organización y mejor compañía de cajón los otros dos fenómenos, Gabi e Iñigo. Fue una gozada rematar el día tomándonos una cervecita y comiendo con tod@s los Beer Runners, contándonos las anécdotas de la carrera.
    A seguir corriendo y entrenando...

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  3. Un gran día, la verdad. Lástima de la noticia triste.

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