Como tenía en la cabeza todo el rato la carrera de 50k del próximo 27 de octubre en Washington, aunque bajé mucho el entrenamiento, no paré del todo de correr hasta el 16 de septiembre. Ya se sabe que en esto los deportistas somos un poco atontados y el consejo que damos siempre a los amigos de que paren de entrenar cuando están lesionados no nos lo aplicamos para nosotros. Somos así.
El entrenamiento en la bicicleta ayuda a salir del túnel de las lesiones corriendo.
Desde Báscones estuve de visita al masajista y al fisio y parecía que iba mejorando, pero por fin fui al médico y ya así me obligué a dejar de correr un par de semanas completas mientras me aplicó tres sesiones de mesoterapia y empecé a ir al gimnasio dos o tres días por semana para fortalecer la musculatura del muslo y aumenté las salidas en bicicleta.
Renuncié a las dos carreras largas que tenía previsto correr en septiembre: los 26 km de la Vía verde de Plazaola y la Panes Potes.
Parecía que mejoraba mucho.
Por fin, ya empecé a correr cuando me quedaban cuatro semanas para el 50k. Bien. Un plan de entrenamiento de cuatro semanas para un 50k no parece mucho, pero es mejor que uno de tres, je, je.
Resumiendo los entrenos que he hecho desde Báscones me salen estos números:
Total de km corriendo: 242 km en 20 salidas.
Total de km en bici: 795 km en 17 salidas.
Senderismo: 5 salidas de entre 2 y 3,5 horas.
Por meses:
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Mes
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Correr
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Bici
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Agosto (desde Báscones):
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10
km
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171
km
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Septiembre
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56
km
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394
km
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Octubre (hasta el 19)
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176
km
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228
km
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Por semanas:
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Semana
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Correr
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Bici
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Total horas
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19 agosto
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10
km
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107
km
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5,5
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26 agosto
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10
km
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64
km
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6,5 (+ Senderismo)
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2 septiembre
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0
km
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103
km
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4,8
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9 septiembre
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46
km
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0
km
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4,5
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16 septiembre
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0
km
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146
km
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8,2 (+ Senderismo)
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23 septiembre
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0
km
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145
km
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9,6 (+ Senderismo)
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30 septiembre
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60
km
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100
km
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13,1 (+ Senderismo)
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7 octubre
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57
km
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102
km
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12,5 (+ Senderismo)
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14 octubre
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60
km
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25
km
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7,3
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En cuanto a tiradas largas, he podido hacer tres: una de 20 km, otra de 21 km y una muy buena de 31 km, el domingo pasado, en la que llegué a casa muy contento y optimista.
Bueno. No está mal. Las últimas tres semanas he hecho un volumen de entrenamiento aceptable para mi nivel, corriendo siempre a ritmos suaves, buscando el que voy a llevar en el 50k, y metiendo más intensidad en la bici.
La mala noticia es que ayer, en el que iba a ser mi último entrenamiento largo antes del tapering para la carrera, me empezó a doler otra vez la rodilla y tuve que parar el entreno antes de terminar la segunda hora cuando la idea era hacer dos horas y media.
Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero tampoco nadie dijo que fuera a ser doloroso. ¿Qué pasará en Washington el domingo que viene? Pues ni idea. Tengo más ganas que nadie de saberlo. A lo mejor corro todo el rato sin dolor o a lo mejor tengo que caminar 30 km.
A cruzar los dedos. Alea jacta est.
