sábado, 8 de octubre de 2022

Record de Kipchoge y el Ineos 1:59 Challenge

Estuvo cerca el bueno de Eliud de lograr la hazaña histórica en el último Maratón de Berlín de bajar de 2 horas en un maratón oficial. Salió a por una buena y rápida carrera y arriesgó. Durante buena parte del maratón corrió a ritmo de sub2, aunque al final no pudo mantener el ritmo y “solamente” se “conformó” con batir por 30 segundos su propio récord mundial, dejándolo ahora en 2:01:09. Cada vez más cerca de las míticas 2 horas.

Impresionante imagen de Kipchoge a punto de bajar de las 2 horas en el experimento de Viena en 2019, liderando al equipo de liebres y diciendo al mundo entero que se puede hacer.

Una gesta increíble para un maratoniano inigualable. Sus números lo dicen todo. Ha ganado 16 de los 18 maratones que ha corrido. Solo en Berlín en 2013 (2º) y en Londres en 2020 (8º) no consiguió la victoria. Ha batido dos veces el récord del mundo, ambas en Berlín (2018 y en 2022), y ha ganado los dos maratones olímpicos que ha corrido, en Río de Janeiro en 2016 y en Tokio en 2020. Y aún parece que quiere seguir un par de años más para disputar los JJ.OO. en 2024 y conseguir un tercer oro olímpico, que sería algo inimaginable en maratón. Un crack. Será difícil que alguien consiga este dominio en la distancia de los 42 km.

No me cabe duda que aquellos experimentos con variables controladas en Monza, con el Breaking2 de 2017, y en Viena, con el Ineos 1:59 Challenge de 2019, son la causa de sus dos récords oficiales en Berlín en 2018 y ahora en 2022. Los dos récords se han batido tras esos dos experimentos. Con ello, tanto él, como corredor, como el equipo que tiene alrededor (médicos, nutricionistas, fisiólogos, entrenadores, etc.) dieron pasos de gigante en el estudio de cómo puede un atleta correr más rápido y más eficientemente durante más tiempo.

¿Y por qué digo experimentos? Pues sencillamente porque fueron eso, experimentos científicos con variables controladas. Nunca trataron de batir un record, ya que todo el mundo sabía que no podría homologarse.

Todos los que trabajamos en el ámbito universitario y nos dedicamos, aunque sea modestamente, a la investigación conocemos cómo funciona y avanza la ciencia. Un investigador quiere probar una teoría, diseña un experimento y una metodología a llevar a cabo, lo realiza, analiza los resultados, los publica en un artículo científico (un paper), y cualquiera que no esté de acuerdo con sus conclusiones puede reproducir el experimento para refutar, en su caso, las conclusiones.

En este caso, un grupo de expertos en entrenamiento para maratón de diferentes ámbitos se unieron para probar una teoría. Y esta teoría era que un atleta en condiciones ideales puede correr la distancia de un maratón en menos de 2 horas.

Como es muy difícil (si no imposible) el que se den las condiciones ideales en un maratón normal, diseñaron su propio maratón. Consiguieron la financiación necesaria para llevarlo a cabo (con Nike y con Ineos) y lo pudieron llevar adelante.

Las variables que querían tener controladas son estas (entre otras):

  • -          Tener al mejor atleta en su mejor forma.
  • -          Hacerlo en una fecha y una hora la más adecuada para tener las mejores condiciones.
  • -          Contar con una meteorología ideal (de ahí la horquilla de fechas prevista).
  • -          Llevarlo a cabo en un  circuito ideal: totalmente plano, con muchas rectas y sin curvas cerradas.
  • -          Poder tener todo el rato una alimentación ideal, con avituallamientos en el momento preciso y no cada 5 km.
  • -          Contar con liebres todo el rato para ayudar al atleta a mantener el ritmo ideal sin tener que concentrarse él solo las dos horas.
  • -          Llevar un coche marcando el ritmo ideal con un láser para ayudar a que el ritmo sea uniforme.
  • -          Contar con la mayor motivación de todo el equipo en todos los meses de trabajo.
  • -          Poder usar avances técnicos aún no homologados, como innovaciones en las zapatillas.

Las demás variables no se tocan: el circuito cuenta con una distancia homologada y tras la prueba el atleta y las liebres pasan un control antidopaje, por ejemplo. Esto es importante, porque de lo que se trata es de demostrar que en condiciones ideales se puede bajar de 2 horas, no de trampear los resultados, porque entonces estos no les valdrían para nada a los científicos que están detrás.

Llevar a cabo este experimento en una carrera oficial es casi imposible, debido a que:

  • -          la fecha y hora no se pueden cambiar y la meteorología es aleatoria. Si sale un día malo (mucho viento, mucho calor, etc.), no hay récord.
  • -          los avituallamientos son cada 5 km, no cuando es el mejor momento para el atleta.
  • -          las liebres solo llegan hasta donde pueden. A partir de ahí, el atleta debe concentrarse él solo.
  • -          los primeros kilómetros se hacen con más corredores que pueden hacer difícil mantener un ritmo ideal e uniforme desde el inicio.
  • -          el circuito nunca es el ideal. Siempre hay pequeñas cuestas o giros lentos que ralentizan el ritmo.
  • -          solo se pueden usar los avances técnicos homologados.

El experimento demostró, finalmente, que el día en que se den todas las circunstancias a favor con un atleta de este nivel se podrá bajar de 2 horas. La duda es si será el propio Kipchoge en un maratón el año que viene o en 2024, o si será otro superatleta como él quien culminará el trabajo que se ha iniciado.

Resultado final en 2019.


Libro de 2016 sobre el reto de las 2 horas por Ed Caesar.