A dos
semanas del Maratón de París, hoy he realizado el último entrenamiento duro.
Han sido solo 20 km, pero en ellos he insertado el test de Antonio Serrano y Rodrigo Gavela de 2 x 6k. Según este test puedes confirmar, más o menos, el ritmo al
que puedes correr el maratón y, por lo tanto, hacerte una idea de qué marca vas
a lograr.
No se
trata de hacer dos series de 6.000 metros. Se trata de hacer la primera serie
un poco más rápido del ritmo objetivo que tienes para el maratón, luego
descansar 90” y hacer una segunda serie de 6.000 metros lo más rápido que
puedas. Luego se compara el ritmo medio por km de ambas series y con ese dato
puedes comprobar si tu ritmo objetivo es realista o es demasiado ambicioso en
una tabla.
De los
13 maratones que llevo es la segunda vez que hago este test. La anterior vez
fue para el Maratón de Sevilla de 2015. Los datos de ese test fueron éstos (nota:
la distancia de 6 km no la medí muy bien en esa ocasión):
-Primera
serie en 29:20 a ritmo medio de 4:56, con unas pulsaciones medias de 141 ppm (máx.
147). Quizás demasiado rápida.
-Segunda
serie en 26:56 a ritmo medio de 4:34 con unas pulsaciones medias de 149 (máx.
156).
La diferencia
entre ambos ritmos medios fue de 22” (menos de 24”), por lo que el ritmo medio
de la primera serie fue algo exigente y no válido para el maratón.
Según
el test y mis pulsaciones, quizás hice demasiado rápido la primera serie, y más
o menos podía aspirar a bajar de 3:39 en el maratón, pero sin seguridad.
El otro
dato que barajé para establecer la posible marca fue mi tiempo en el Medio
Maratón Azkoitia-Azpeitia, en donde hice 1:46:44. Según este dato, y viendo una
calculadora de tiempos muy popular (McMillan), en Sevilla podría hacer algo
menos de 3:45. Y por supuesto, todo también estudiado teniendo en cuenta mis
datos de mi última Prueba de esfuerzo realizada.
Al
final, mi tiempo real en Sevilla fue de 3:42:21, dentro de los valores del
test, pero 3 minutos por encima de mi objetivo de hacer MMP (sub 3:39). Eso sí,
superando lo predicho por McMillan.
Qué ganas tengo de correr por ahí.
¿Y para París?
Bueno.
En primer lugar tengo el dato de mi Medio Maratón de Santander de hace dos
semanas. Allí hice mi MMP en esa distancia (en un día de perros y en un
recorrido duro) con un tiempo de 1:42:41. Según la calculadora McMillan me sale
una posible marca en París de 3:36:06.
En el
test de hoy los resultados han sido éstos (con una medición de los 6 km más
precisa):
-Primera
serie en 29:26 a ritmo medio de 4:54, con unas pulsaciones medias de 141 ppm (máx.
147). Casi calcada a la de 2015.
-Segunda
serie en 26:51 a ritmo medio de 4:28 con unas pulsaciones medias de 149 (máx.
158). Más rápida que en 2015, pero sufriendo al final.
La diferencia
entre ambos ritmos en esta ocasión ha sido de 26” (más de 24”), por lo que el
ritmo medio de la primera serie puede ser válido para el maratón, aunque me
parece excesivo viendo las pulsaciones.
Bien. Según
el test de hoy y mis pulsaciones, y viendo la marca de Santander, no me parece
excesivo tomar como posible ritmo medio en París correr a 5:07 e intentar
acercarme a los 3:36 que me dice la calculadora McMillan. De todas formas bajar
de 3:39 para hacer mi MMP es correr a 5:11. Por lo tanto un ritmo en torno a
los 5:08 y 5:10 sería perfecto y, creo, accesible para llegar bien a los últimos
10 km de la carrera, donde se paga lo que se debe si te pasas de vueltas al
principio.
Otra
cosa será ver qué día tengo en París, si el tiempo nos acompaña, si me
encuentro bien, si no cometo errores de alimentación, si…
En fin.
A pesar de la lesión que tuve a mediados de enero creo que me encuentro
bastante bien. Igual hasta me benefició correr esas semanas menos de lo
previsto (incluso en una semana solo corrí 6 km). El cuerpo tiene esas cosas
que siempre nos sorprende.
Lo
importante es que voy ilusionado a París y, haga la marca que haga al final,
creo que voy a disfrutar de la carrera.
Os pongo aquí el archivo de Garmin del entreno de hoy:
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