La Puerta de Brandenburgo me espera.
La verdad es que el plan de entrenamiento que llevo para este maratón es un poco diferente al de otros maratones, ya que desde el Maratón de París del 3 de abril, donde no me fueron las cosas demasiado bien, el calendario deportivo que he llevado no ha estado centrado solo en este maratón.
Soy consciente de que si quieres preparar un maratón para correrlo a tope, intentando hacer una buena marca, lo normal es dedicar los tres o cuatro meses anteriores a seguir un plan progresivo de entrenamientos, y haber descansado bien algunas semanas antes de comenzar el plan específico.
Pero en este caso no lo he hecho así.
Me gusta correr y me gusta hacer realidad algunos sueños, y esto significa que a veces tengo que hacer algunos equilibrios entre mis sueños y el descanso si se dan las circunstancias para cumplir todo lo que me propongo. Y este año, como otros años, ha sido así.
Mi idea inicial era correr solo un maratón este año, el de París. El de Berlín, además, me daba pereza porque me obligaba a entrenar fuerte en agosto, mal mes para entrenar duro.
Pero al final me apunté también al viaje a Berlín con Sportravel, ya que iban unos amigos míos de los Beer Runners de Bilbao y era una buena ocasión.
Bien. Ya tengo dos maratones para el año. Están bien separados en el tiempo, así que no hay problema para entrenar en condiciones para los dos.
Pero yo soy como soy, y si no fuera así no sería yo.
Después de París, poco más de un mes después, tenía un gran objetivo como era la carrera de la Wings for life World Run en Valencia. Y allí me exprimí a tope para correr casi 27 km a 5:01 de media.
Sin descanso, al día siguiente de correr en Valencia volé a Atenas por trabajo y corrí por allí un par de días con calor. Había que correr en Maratón.
Luego tenía otro sueño que cumplir. Así que finales de junio me hice mi particular ultra trail de 82 km Bilbao - Gorbea - Bilbao en lo que dura el día.
No era lo mejor para empezar a preparar Berlín, pero para mí hay cosas más importantes que preparar una sola carrera al 100%.
En julio ya debería estar empezando el plan de Berlín, pero antes había que pasar unos días en Pirineos viendo el Tour y subiendo algunos puertos en bici. Es la tradición y yo he sido antes ciclista que maratoniano y el ciclismo sigue siendo mi deporte. Eso sí, este año también corrí por el Tourmalet, no solo monté en bici.
Y ya, por fin, tras un par de días de descanso tras Pirineos, empecé a seguir el plan que me había preparado para Berlín. En teoría iban a ser 14 semanas, pero teniendo en cuenta lo del Gorbea y lo del Tour, al final van a ser solo 11 semanas. Parecen pocas, pero hay que tener en cuenta que las he comenzado con un nivel de fondo muy alto, por lo que me estoy centrando más en los días de calidad, y no tengo un gran necesidad de hacer muchos kilómetros, aunque estoy ya alargando las tiradas largas.
Por supuesto, tras París me hice una nueva Prueba de Esfuerzo, y voy controlando con el pulso por la mañana y algunos tests de recuperación cómo está adaptándose mi cuerpo a los entrenamientos. Y por ahora voy bien.
Ya os contaré cómo termino el plan antes de Berlín.