Por segundo año consecutivo he participado en esta especial y emotiva carrera benéfica. Esta vez lo he vuelto a hacer con
el equipo que creé el año pasado en recuerdo de mi gran amigo Felix, aunque con la diferencia de que este año no he movido mucho el tema entre mis amigos para que se apuntaran aunque fuera para correr virtualmente desde casa. Aún así, se inscribieron seis amigos al equipo y cuatro, Sandra, Esther, Verónica y yo, hemos estado en Valencia representando a todos.
Desde el punto de vista personal la edición de este año ha sido diferente, ya que el año pasado fue muy emotiva al estar cercano aún el fallecimiento de Felix, y además corrieron conmigo en Valencia su viuda Elena, su hijo Xabier y su cuñada Ebe. Este año ha sido menos intenso el sentimiento, aunque he corrido con Felix en el pensamiento, por supuesto.
El equipo tras la carrera.
Por otra parte, el buen tiempo y el hecho de estar en Valencia con parte del equipo Beer Runners Bilbao, ha hecho que haya disfrutado mucho del tiempo que hemos pasado allí. He vuelto a ver a algunos amigos del año pasado y, la verdad, ha sido un fin de semana corto (llegué el sábado por la noche) pero intenso.
Si miro al apartado meramente deportivo, ha sido una carrera muy buena la que me ha salido. Creía que iba a hacer bastantes menos kilómetros que el año pasado, cuando alcancé casi los 27 y me empleé a tope en los últimos kilómetros. Este año me ha coincidido esta carrera tres semanas después del Maratón de Madrid, y a cuatro del Maratón de Lieja, con lo que creía que estaría todavía cansado y además no tenía intención de exprimirme al máximo para llegar fresco a Lieja.
Así que mi intención era llegar a los 20 o 21 km. Y con esa idea empecé a correr. Además, al haber llegado a Valencia a última hora de la noche, y haberme tomado un hidratante
gintonic con mis compis, la verdad es que no dormí mucho.
El primer kilómetro me lo tomé con calma y fui un rato con mis amigas. Luego paré detrás de un árbol (tanto beber antes de la carrera se nota) y después ya empecé a mantener un ritmo constante no demasiado fuerte.
Sin embargo, a medida que iban pasando los kilómetros me iba encontrando cada vez mejor, algo usual en mí. Tengo muy comprobado que yo corro mucho mejor con calor, y ayer la temperatura en Valencia al mediodía (la carrera empieza a las 13:00) era superior a los 25ºC.
Y cuando llegué a los 20 kilómetros, tras tomarme un gel y glucosa en los kilómetros anteriores, como aún veía que el
catcher car iba a tardar en atraparme, decidí que iba a vender cara mi piel. No me puse a tope, pero sí que mantuve una buena velocidad, marcando todo el rato parciales de algo menos de 5 min/km.
Haciendo un pequeño cálculo veía que si no llegaba a los 27 km cerca iba a andar. Algún momento hasta apreté un poco más, pero no quería cansarme demasiado así que preferí mantener el ritmo.
Hacia el km 25 una de las bicis que nos pasaban me comentó que el
catcher car estaba como a un kilómetro por detrás, por lo que me iba a atrapar hacia el 27.
Pero de repente vi que algo no iba bien. Llevaba ya un tiempo sin ver ningún cartel con el km en el que íbamos, y al salir de un tramo de autovía por donde íbamos por el arcén bastantes corredores, teníamos un giro muy raro y nos juntábamos con otros corredores que venían de otro lado. Lo comenté con un compañero y me dijo que creía que nos habíamos confundido en la ruta, cosa que lo comprobé enseguida pues pasamos junto al cartel de km 30 cuando según mi reloj llevábamos algo menos de 27 km.
Como me estaban grabando para un reportaje para Eurosport, y sabía que querían tomar planos del momento de cuando el
catcher car me alcanzara, decidí pararme, pues pensaba que la furgoneta del equipo de producción, que me había pasado en el km 20 más o menos, iba por detrás. Les llamé por teléfono para situarnos y les dije que estaba un poco más adelante que el km 30. Les comenté que seguía despacio para que me alcanzaran. Retomé la carrera a ritmo suave, pero tardaban demasiado en cogerme. Así que me paré de nuevo y fui caminando medio kilómetro en sentido contrario a la carrera. Me extrañaba que no hubieran llegado y les llamé de nuevo. Resulta que estaban más allá del km 31, así que empecé a correr de nuevo, esta vez más rápido no fuera que el
catcher car me pillara antes de llegar allí.
Finalmente les alcancé y cuando me cogió el
catcher car pasado el km 32 pudieron grabar el momento. Ya paré definitivamente. Según mi Garmin llevaba 29 km a una media de 5:01, contando el tramo de correr despacio. La verdad es que me encontraba muy bien. Podía haber seguido corriendo sin problema unos cuantos kilómetros más.
Después la furgoneta me llevó a la salida donde me reuní con mis amigas y estuvimos allí viendo la carrera por la pantalla hasta que finalmente el
catcher car alcanzó a los ganadores Chema Martínez y José Antonio Requejo, que terminaron de la mano en un bonito final tras correr 66,2 km.
En mujeres en Valencia ganó la portuguesa Betinha Pereira, con 49,35 km.
En la clasificación mundial la ganadora en mujeres hizo 68 km y el ganador en hombres corriendo hizo 88 km, aunque en Dubai el ganador global hizo 92 km en silla de ruedas, ahí es nada. Qué campeones.
Según la clasificación oficial, yo hice 32,24 km, pero en realidad, como he dicho, fueron unos 29. Si no nos llegamos a confundir calculo que por el 27 o 28 me hubiera alcanzado el coche, un km por cada grado de temperatura como les dije en broma a mis amigas los días antes, je, je.
Viendo la clasificación de mi categoría de hombres M50, estoy en el 9º puesto de 52. Curiosamente los diez primeros hicimos entre 32 y 35 kilómetros, luego el 11º corrió 29,5 km y el 12º ya baja a los 22,93 km. Seguramente de entre los 10 primeros la mayoría estaremos en el grupo grande de corredores que equivocamos la ruta, por lo que más menos tenemos oficialmente unos dos o tres kilómetros de más.
La organización
Es una pena que una carrera tan bonita y que destina el 100% de lo recaudado a la investigación del daño medular, tenga en Valencia una organización con bastantes fallos. Ya el año pasado hubo muchas quejas de participantes y este año creo que ha sido aún peor.
Además del fallo de la mala señalización del recorrido (como he dicho, muchos corrimos un buen tramo por el arcén de una autovía), el gran fallo fue que a partir del km 10, gran parte de los participantes, el grueso del pelotón, se quedó sin agua en los avituallamientos. Teniendo en cuenta que la organización ya sabía que iba a hacer calor tenían que haber previsto esto.
Luego, el servicio de autobuses para recoger a la gente, sobre todo a los que pasaron de 25 km, ha tenido también bastantes quejas.
Y por último es triste también que en la zona de salida no hubiera algún tipo de avituallamiento para los que volvían allí a retirar su mochila del servicio de guardarropa tras acabar la carrera.
Eso sí, por lo que he leído y me han contado, un 10 para los voluntarios que se desvivieron por todo el mundo.
De todas formas, estoy seguro de que la organización es consciente de los errores y sabrán corregirlos para el año que viene. La carrera lo merece.
Cerca del final (Foto de Mtbpasion).
Hidratación post carrera.
En plena entrevista para el reportaje para Eurosport.
El gran Chemita, haciendo el Robocop tras terminar la carrera.
El catcher car que pilota Carlos Sáinz.
Con la periodista Cristina Mitre.
Con Bea, la bloguera dicharachera bilbaina bei_uri.
Con la simpática actriz y deportista Mariam Hernández.
Con otra actriz y corredora y muy simpática, Kira Miró.
El equipo antes de la salida.
Las chicas con Chema Martínez.
En el cartel del km 33. Otro año a por él.
Viéndome por el tele "en directo" antes de la salida.
Este año han dado medalla, un buen detalle.