viernes, 17 de julio de 2015

Darle la vuelta a los problemas

En noviembre de 2012, con toda la ilusión del mundo tras soñar con correr el maratón más famoso del mundo durante un año entero (tal vez incluso desde muchos años atrás), fui por fin a la ciudad de los rascacielos, a Nueva York, para participar, por fin, en el Maratón de Nueva York.
Pero llegó el drama.
Dos días antes de la carrera, con el dorsal ya en la mano, nos llegó la inesperada noticia de que la carrera se había suspendido debido a los problemas generados en la ciudad por el huracán Sandy.
Muchos arrojaron la toalla y dieron por terminado su sueño de correr en Nueva York. El viaje es caro y es difícil poder ir varias veces allí.
Muchos optaron por correr el domingo en Central Park en un maratón improvisado y lleno de emoción.
Pero yo no me rendí ante las dificultades y según me comunicaron la suspensión de la carrera ya había decidido que volvería de nuevo en 2013. Tenía que hacerlo.
Y así fue. Regresé en 2013 y por fin corrí el maratón más emocionante que he corrido nunca.
Puedo decir que en el fondo me alegré de que suspendieran la carrera en 2012, ya que así tenía la excusa perfecta para volver a mi ciudad favorita y además mantuve vivo un año más el sueño de correr esa fantástica carrera.
Y por si esto fuera poco, toda esta aventura de dos años me inspiró para escribir una novela en la que al protagonista le ocurría lo mismo que nos pasó a 50.000 personas, pero que tomó una decisión un tanto drástica: matar al alcalde de Nueva York por suspender la carrera.
Y esta semana esta novela ha visto por fin la luz.
Ya está a la venta en las principales plataformas de venta de libros digitales de la mano de la editorial SB-Ebooks.
Si ya lo dice una de las frases clásicas de los corredores: nunca hay que rendirse. Siempre se pueden sacar cosas positivas de las peores situaciones.
Portada de la novela.

Junto a la meta del maratón que no se celebró en 2012.

Y cruzando esa meta en 2013. 

Y por fin la recompensa. Never give up.

Sinopsis de la novela:

David viaja a Nueva York en noviembre de 2012 para participar en el maratón más famoso del mundo, pero a causa de la tormenta tropical Sandy el alcalde Michael Bloomberg suspende la carrera dos días antes. Al ver la desesperación y la frustración de los miles de participantes que se quedan con la miel en los labios, David decide hacer justicia y regresa unos días después y mata al alcalde en Central Park de un disparo.
Al año siguiente vuelve de nuevo a Nueva York para correr la carrera y mientras describe lo que siente kilómetro a kilómetro en este mítico maratón recuerda los hechos del año anterior y su fuga a lo largo de Estados Unidos seguido muy de cerca por Peter, el único policía que descubrió que él mató al alcalde y que se sirvió de David para sus fines. A la vez, David se prepara para lo que le espera tras cruzar por fin la soñada meta de Central Park.
Durante aquel viaje de 5 000 kilómetros de costa a costa, David se vio obligado por Peter a erigirse en varias ocasiones de nuevo en justiciero, dejando otros cadáveres en el camino. Además, por el camino encontró, sin buscarlo, el amor.
El libro nos habla de la justicia y de la venganza en un relato que mezcla el mundo real con el mundo onírico en el que el sueño de correr el Maratón de Nueva York se convierte en realidad.

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