jueves, 25 de enero de 2018

La delgada línea azul

La delgada línea azul es un símbolo de apoyo a las policías de todo el mundo, una raya azul que separa dos zonas negras que representan por un lado a la gente normal y por otro a los delincuentes. La delgada línea azul son las fuerzas de la ley, que se interponen entre los buenos y los malos.
Pero para los que corremos maratones, la delgada línea azul es una larga línea pintada en el suelo de las ciudades donde se corren maratones importantes y que representa el camino entre nuestros sueños y nuestras metas, entre nuestros deseos y nuestras satisfacciones, entre nuestros esfuerzos y nuestros logros. Y es una línea larga, de 42.195 metros, normalmente.
Inicio de la línea azul del Maratón de Atenas, en Maratón.

¿Por qué digo que normalmente? ¿Acaso no es cierto que la línea azul que vemos pintada en el asfalto mientras corremos el maratón nos indica el camino más corto entre la salida y la meta?
Pues no siempre es así. Veamos.
Para que un maratón esté homologado por la Federación de Atletismo de su país, ha de medirse con total precisión. Eso está claro. No todos los maratones están homologados, ya que si la organización es modesta quizás no le interese asumir el coste de pagar a la Federación por esa homologación (unos 800 euros). Pero si un maratón quiere estar entre los grandes y que las marcas que los corredores consigan sean válidas, tiene que tener una medición exacta y homologada por un equipo de jueces.
Para ello, la federación correspondiente tiene establecido un protocolo de medición del circuito, y los jueces lo llevan a cabo mediante el empleo de ruedas de bicicleta calibradas con un cuenta vueltas oficial.
El día que se lleva a cabo la medición, el equipo que se encarga de medirlo, acompañado por la policía local para abrirles paso, sigue el recorrido más corto entre curva y curva del circuito, y el aparato medidor pasa por las curvas a una distancia predeterminada, de forma que un atleta que corra entre la salida y la meta apurando la trazada más conveniente entre cada tramo recto del recorrido al terminar la carrera haya corrido por lo menos esos 42,195 km.
Podéis leer sobre esto en la web del Maratón de Valencia.
Con este procedimiento tenemos la certeza que un maratón homologado por la Federación mide exactamente la distancia correcta. Luego nuestro GPS podrá decir lo que quiera, como ya expliqué, pero la carrera mide 42,195 km.
Vale. Queda claro. ¿Y qué pasa con la línea azul? ¿No sigue la misma trazada que la empleada el día de la homologación?
Pues no siempre es así.
Hay maratones en los que sí es así, por ejemplo el de Berlín, como ellos mismos explican en su web. Pero en otros no ocurre esto, ya que el día que se pinta la línea igual no han podido trazar las curvas por el camino más corto por el tráfico, o por haber coches aparcados, por ejemplo.
Según explica la web de Berlín, la línea azul del Maratón de Nueva York mide 43 km, y casualmente tengo esta foto de mi participación en NY en 2013 en la que se ve la línea azul en esta curva y, como veis, está pintada por la parte externa de una curva en una calle en la que había varios carriles, en vez de por la parte interna por la que corría todo el mundo (menos yo, que me fui al borde para saludar a la gente que nos animaba tanto).

Tenéis aquí un vídeo de cómo pintan la línea azul en el Maratón de Valencia.
Y aquí una explicación de cómo se homologa una carrera.

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