jueves, 29 de septiembre de 2016

Cómo me topé con el Muro de Berlín

El 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín, o eso creía yo hasta que llegué al km 34 del Maratón de Berlín del pasado domingo.
Pero vayamos por partes, como decía el viejo Jack (el Destripador).

Recta final. Me costó llegar hasta allí, la verdad.

Como os comentaba en mi última entrada llegaba a este maratón mejor que nunca y con muy buenos datos para intentar bajar de 3:39 (mi MMP). Sabía cómo tenía que correr y tenía bien planificada la carrera.
Pero luego, allí, en algún lugar de la capital alemana cerca de Breitscheidplatz, en el km 34 de la carrera, me di de bruces con el Muro de Berlín, ése que felizmente derribaron hace ya años para todo el mundo menos para mí (y supongo que para muchos otros compañeros de fatigas).
La pregunta es: ¿por qué? Sabiendo que estaba bien y sabiendo a qué ritmos tenía que correr cada tramo de la carrera precisamente para que no me pasara esto, ¿por qué me pasó?
Y las respuestas son: por idiota, por ambicioso, por pecar de entusiasmo, por perseguir una marca, por…
Justo unos días antes de la carrera un amigo me escribió para animarme y para decirme que iba a conseguir mejorar esa MMP porque no conoce a nadie tan milimetrado como yo a la hora de correr. Pues sí, normalmente soy milimetrado y corro como tengo que correr, pero este domingo no lo hice.
Yo, según la prueba de esfuerzo y según los últimos entrenamientos, debía correr hasta la Media Maratón sin pasar de 137 ppm y luego hasta el km 38 sin pasar de 153 ppm. Si hubiese tenido un día bueno, a ese ritmo iba a correr a cerca de 5 min/km o poco más. Eso me hubiera asegurado llegar a la segunda parte de la carrera con chispa para luego acelerar poco a poco y terminar a tope como hice en Sevilla’15. Y con mi estado de forma actual seguramente podía haber terminado en Berlín en menos de 3:39.
¿Y por qué no corrí así? Pues porque también sabía que si tenía un día perfecto podía acercarme a terminar en un tiempo de 3:30, lo que me daba acceso a calificarme para Boston en los siguientes dos años. Así que, además de mirar el pulso iba mirando el ritmo, y ahí veía que iba un poco lento para esa marca. Y así, cuando estaba viendo que mi pulso en esa primera mitad de carrera se acercaba a 140 ppm (o incluso un poco más a veces), aunque intentaba bajarlo tampoco frenaba la suficiente. “Por 2 o 3 pulsaciones por encima no pasará nada” pensaba en mi obcecación por correr rápido. Además, también me pasé de las 153 ppm demasiado pronto.
"No pasará nada", seguía pensando. Y sí, sí que pasa.

Gráfica de mi pulso en la carrera. Subo de pulsaciones antes de tiempo y se ve la caída en la parte final. KO.


Pasa que, de entrada, estaba tan concentrado en el ritmo que no disfruté de la carrera (que siempre ha de ser mi principal objetivo). Berlín es un gran maratón, uno de los Majors, y yo me lo perdí por no mirar más allá del tiempo. No aprecié en su totalidad el ambiente de la gente animando, que sin llegar a ser como en Nueva York (nada es como en Nueva York) la animación del público era muy buena, excelente. No gocé de la inmejorable organización ni de la compañía de los demás corredores de todo el mundo (ni siquiera intercambié unas palabras con otros corredores). En fin. Me perdí muchas cosas por un sueño imposible de alcanzar sin correr con cabeza.
Puedo hablar de lo mal que dormí los días previos, del calor que hizo para ser Berlín a finales de septiembre, de… Excusas. Excusas que no justifican una mala carrera.
El caso es que corrí a 5:16 hasta el km 34. Un ritmo para hacer MMP si lo hubiera podido mantener. Pero a partir de ahí vi que no podía seguirlo. Sin más. No tenía hambre, pues en cuanto a geles y glucosa tomé más o menos lo de siempre y no fue una pájara por bajón de glucemia (como me pasó en mi primer maratón en Barcelona’96). Simplemente fue que al haber ido forzando ese poquito desde el principio, cuando llegué al punto en el que debía echar el resto ya no me quedaba nada del resto. Gasté mis balas demasiado pronto y cuando llegó el duelo final me quedé desarmado. Y ahí se me fueron 10 minutos en los últimos y eternos 8 kilómetros. Incluso tuve que pararme un poco un par de veces porque literalmente no podía con mi alma.
Según mi médico, Joseba Barrón (Senkirol.com) lo que me pasó es que: "Desde mi punto de vista la primera media está bien realizada. Prueba de ello es que tenías glucógeno suficiente para alcanzar tu frecuencia cardíaca máxima habitual en competición. Solo ha habido un error de precipitación que comparto con tu lectura de la carrera. El ascenso progresivo del pulso de la segunda mitad ha sido demasiado rápido. Eso se ha debido a la búsqueda de un ritmo por km en vez de un ritmo fisiológico de pulso. Ir por encima del segundo ritmo de carrera antes de llegar al km 38 ha supuesto el agotamiento de los depósitos de glucógeno".
En fin. Tampoco me puedo quejar ya que 3:49:09 es mi 4ª mejor marca de mis 15 maratones. Y he aprendido una buena lección. Espero que no me vuelva a pasar.
Por lo demás, y aparte de lo deportivo, el viaje a Berlín ha sido una maravilla. He conocido una ciudad estupenda y me lo he pasado en grande con mis amigos de los Beer Runners de Bilbao, Jon, Javi, Gabi y Enrique. Todos ellos terminaron y disfrutaron (y sufrieron) la carrera. Son unos grandes. Grandes personas y grandes deportistas.
Jon corrió conservador y así y todo hizo su primer maratón en 3:31:12. Seguro que en sus piernas tenía 3:20, pero creo que hizo bien en no arriesgar y acabar con muy buenas sensaciones y una marca muy buena. Gabi terminó su segundo maratón en 4:00:37, pero podía haber hecho mucha mejor marca ya que la primera parte estuvo acompañando a Javi. Como muestra de lo bien que llegó al final está el dato de que corrió el km 40 en 4:34. Chapó. Enrique se reguló muy bien y terminó en su debut en la distancia en 4:02:13 muy entero. Javi, por su parte, sufrió al final de molestias en las piernas para terminar en 4:15:58. También era su primer maratón. Enhorabuena a todos. Seguro que habrá más maratones para todos.
Y aquí os dejo unas cuantas fotos del viaje. Hablan por sí mismas de lo mucho que hemos disfrutado.










Con Martín Fiz en el aeropuerto de Bilbao. Qué grande es este tío. Dijo que quería hacer 2:26:30 y terminó en 2:26:32. Récord del Mundo de nuestra categoría M50 (somos de la misma edad) y un paso más en su reto de ganar los seis Majors. Un gran campeón muy asequible para los del montón como nosotros.

La correcta hidratación ha sido una parte fundamental en el viaje.

Soñando despierto el viernes.





Ya estábamos todos los importantes.

Paseo el sábado por la mañana trotando un poco.














Después de la carrera la foto del viernes cambió un poquito.



Impresionante el edificio del Parlamento alemán.


















Tiempos de paso intermedios. Muy regular hasta casi el km 35.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Relación entre el test 2x6k y la prueba de esfuerzo

El domingo pasado, a dos semanas del Maratón de Berlín, hice el test de 2 x 6.000 de Rodrigo Gavela. Ya os comenté los resultados aquí.
Hoy me he hecho una nueva Prueba de esfuerzo para afinar los ritmos a los que debo correr en el maratón para llegar a la meta en el objetivo buscado y voy a comentar aquí los resultados de la Prueba comparándolos con los resultados del test.

En pleno esfuerzo en la Prueba de ídem.

Gráfica de pulso en la Prueba de esfuerzo.


En el test del domingo obtuve estos datos:

1er 6.000 - 29:32 - ritmo medio 4:55 - pulsaciones medias 137 ppm.
2º 6.000 - 26:27 - ritmo medio 4:25 - pulsaciones medias 147 ppm.
Diferencia: -30 segundos.

Lo que me importa aquí es el primer 6.000. El dato de las 137 ppm de media que obtuve en ese 6.000 a ritmo objetivo del maratón me indicaba que mi Umbral Aeróbico iba a rondar ese dato.

Pues bien. Aquí están los resultados de la Prueba de esfuerzo:

- Electrocardiograma compatible con el deporte (un dato vital), sin fatiga cardíaca tras todo el entrenamiento para Berlín y las carreras de antes del verano.

- Consumo máximo de oxígeno: 71,32 ml/kg/min. El mejor dato de nivel de fondo que he tenido en toda mi vida. Por ejemplo, el año pasado previo a Sevilla tenía 61,83. En julio de 2013, tras entrenar y correr la Milán Sanremo (300 km en bici) tenía un valor de 69,97.

- Punto de Conconi (Umbral aeróbico): ¡tachán! 137 ppm a unos 5 min/km. Justo lo mismo que me salió en el test de 6.000. Un dato vital para no pasarme de ese ritmo en la primera mitad del Maratón de Berlín. En abril, tras el Maratón de París, era muy parecido, 136 ppm, pero a un poco menos velocidad.

- Potencia máxima mantenible: 153 ppm a unos 4:20 min/km. En abril este dato era de 141 ppm.

- Recuperación minuto 1: -40 ppm. También he mejorado mucho. En abril eran -23 ppm.

Con todos estos datos ya tengo clara la estrategia para Berlín en cuanto a ritmos:

- 1ª parte: hasta el medio maratón correr en un rango de pulsaciones de entre 130 y 137 ppm. Sobre los 5 min/km. No preocuparme de nada más, salvo de comer, beber y no pasar de esas pulsaciones.

- 2ª parte: del medio maratón hasta el km 38 o km 39 correr a un pulso en progresión de 137 ppm hasta 153 ppm. lo que será a un ritmo de entre 5 min/km hasta 4:40 min/km más o menos. Y seguir comiendo y bebiendo.

- 3ª parte: los últimos 3 o 4 km a todo lo que pueda, regulando para aguantar esos 15 o 20 minutos finales.

Por supuesto esto será posible si no se me tuerce nada y la meteorología acompaña. Y cada 5 km empezando en el km 10, como siempre iré alternando la toma de glucosa y de geles, y agua en todos los avituallamientos.

Así que, como conclusión, el trabajo que he hecho hasta ahora ha sido un trabajo bien planificado y llevado a cabo con éxito. Llego al Maratón mejor que nunca y esto me da la confianza de que, si todo va bien, tengo una buena marca en las piernas. Ahora solo me falta descansar bien de aquí al día 25 y tener la cabeza fría en la carrera para ajustarme al plan y no cebarme con nadie.

Tras la carrera lo comentaré aquí.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Test 2x6k: Todo listo para Berlín

Las próximas dos semanas son las más fáciles en la preparación de mi maratón de Berlín, ya que en estas dos últimas semanas ya se baja mucho tanto la intensidad como el volumen de entrenamiento para llegar con el cuerpo descansado para la carrera.
Como ya he hecho otras dos veces (previas a los maratones de Sevilla'15 y de París'16), hoy he hecho el test de Rodrigo Gavela de 2 x 6.000 metros.
No es un test, como se suele decir, para predecir la marca que vas a hacer en la carrera, ya que luego influyen otros factores el día de la prueba que puede echar al traste todo el entrenamiento (como me pasó este año en París).
Para lo que sí que sirve, si se hace bien, es para confirmarte el ritmo al que deberías correr el maratón para acabarlo bien.
Como resumen, el test consiste en un calentamiento y luego en hacer dos series de 6 km, con un descanso entre las dos de 90". La primera serie se debe hacer al ritmo al que quieres correr el maratón, y la segunda serie se hace lo más rápido que se pueda. Si la diferencia del ritmo promedio por kilómetro entre las dos series es de más de 24" eso indica que el ritmo al que has corrido los primeros 6 km lo vas a poder aguantar (en circunstancias normales) durante el maratón. Pero si esa diferencia es menor a 24" eso indica que ese ritmo es demasiado exigente, por lo que deberías ir al maratón pensando en un ritmo algo más cómodo.

Cuando lo hice de cara a Sevilla'15 obtuve estos datos:

1º 6.000 - 29:21 - ritmo medio 4:56 - pulsaciones medias 141 ppm.
2º 6.000 - 26:57 - ritmo medio 4:34 - pulsaciones medias 149 ppm.
Diferencia: -22 segundos.

Con estos resultados vi que hice el primer 6.000 demasiado rápido ya que la diferencia no llegó a 24" y además porque el pulso medio de esa primera serie fue superior a mi umbral aeróbico. El maratón lo corrí algo más conservador y mirando al pulso y me salió muy bien (segunda MMP con 3:42).

Hoy los datos que he obtenido han sido éstos:

1º 6.000 - 29:32 - ritmo medio 4:55 - pulsaciones medias 137 ppm.
2º 6.000 - 26:27 - ritmo medio 4:25 - pulsaciones medias 147 ppm.
Diferencia: -30 segundos.

Vemos que en la primera serie he ido casi al mismo ritmo que en 2015, pero a un pulso más bajo, más parecido a mi umbral, y que en el segundo 6.000 he ido más rápido que el año pasado y con el pulso incluso algo más bajo. La diferencia de ritmo entre ambas series ha sido de 30" más rápido, por lo que todo indica que el ritmo al que he ido la primera serie es bueno para el maratón.
Otro dato importante ha sido el de la recuperación del pulso, ya que he terminado la segunda serie a un pulso máximo de 156 ppm y en un minuto me ha bajado a 114. Muy buena recuperación.
El dato del umbral lo obtendré con más exactitud el próximo miércoles, ya que me haré una nueva prueba de esfuerzo. Así podré afinar al máximo el pulso al que debo correr la primera parte del maratón para afrontar la segunda parte en condiciones.
Para mí el dato del pulso es más importante que el del ritmo, ya que en un maratón, si te pasas del umbral demasiado pronto es difícil mantener un buen ritmo al final y en los últimos kilómetros puedes perder lo que has ganado al principio. Es mejor ir de menos a más, y si sabes cuál es tu umbral puedes ajustar el ritmo para correr lo más rápido posible sin acumular demasiada fatiga.
Con todo esto, y con las sensaciones y datos que he ido obteniendo en las últimas semanas y la última carrera (Medio Maratón del Bajo Pas), creo que puedo correr en Berlín más o menos a los ritmos que me da la tabla del test del 2x6 km: tiempo posible: 3:28, y tiempo probable: 3:35.
Si me sale un día redondo y veo que voy bien intentaré acercarme a 3:30. Sería un gran éxito y una gran satisfacción para mí.
Ya veremos.


viernes, 9 de septiembre de 2016

Consejos para correr por carretera con seguridad

Hace unos días leí la triste noticia de un corredor fallecido al ser atropellado por un coche mientras entrenaba por una carretera. Yo, que aunque ahora soy maratoniano siempre seré ciclista, he pasado muchas horas en la carretera y he adquirido un modo de ir por ella (tanto en bici como corriendo) que me hace ver los peligros y anticiparme a ellos.
Ir en carretera, sea en coche, en bici o como peatón, siempre entraña un riesgo, y hay muchas acciones que podemos tomar para que el riesgo sea el menor posible (ya que el riesgo cero nunca lo conseguiremos).
.Salvo que sea una carrera con tráfico cortado, siempre debemos correr por la parte izquierda de la carretera. Es mucho más seguro (y obligatorio).

En primer lugar, lo ideal cuando salimos a correr es hacerlo por zonas sin tráfico, como parques, zonas peatonales o pistas por el campo o por el monte. Pero no siempre es posible hacerlo, sobre todo si estamos en un pueblo pequeño o si estamos preparando un maratón que nos exige hacer tiradas de muchos kilómetros.
En estos casos habrá muchos días que no nos quede más remedio que hacer una buena parte de nuestros entrenamientos por una carretera, así que lo que debemos hacer es usar el sentido común para hacerlos de la forma más segura posible.
He aquí una serie de actitudes que podemos tomar para correr con seguridad en un medio peligroso como es una carretera abierta al tráfico:

- Hay que elegir siempre las carreteras de nuestra zona menos peligrosas, que serán las que tengan menos tráfico, tengan buenas rectas donde controlemos a los coches desde lejos y dispongan de un arcén lo más ancho posible.
- Debemos seguir las normas de circulación, esto es, correr siempre por la parte más a la izquierda de la carretera en nuestro sentido. Siempre se ha dicho eso de "Peatón: en carretera circula por tu izquierda". Y es que es la mejor forma de salvaguardarnos lo mejor posible. Los coches que nos vengan por detrás, que son lo que no vemos, nos pasarán por la otra parte de la carretera (salvo que estén adelantando), mientras que a los que vienen de frente los podremos ver nosotros de lejos y tendremos tiempo, en un caso de apuro, de echarnos a un lado para esquivarlos si vemos que nos van a pasar muy cerca.
- Además de correr por la izquierda, cuando no hay arcén o éste es muy estrecho yo siempre suelo dejar un margen de medio metro o un poco más entre mi trazada y el borde de la carretera. Así, a los coches que vienen de frente les "obligo" a apartarse un poco de mi línea y yo, cuando ya se acercan, me echo un poco a la izquierda con lo que aumento el margen de seguridad entre el coche y yo.
- En las curvas cerradas y en carreteras sin arcén es donde se da la situación más peligrosa, ya que si viene un coche rápido para cuando lo vemos y él nos ve ya estamos a poca distancia. En estos casos antes de la curva suelo abrirme un poco para tener la mayor visión del final de la curva e incluso voy moviendo el brazo derecho hacia afuera, para que un posible coche que venga me vea lo antes posible. Tomo la curva sin apartar la mirada de su final mientras siga siendo peligrosa y en cuanto veo un coche me aparto lo más posible hacia la izquierda. Si puedo, y considero que la curva es muy peligrosa por lo cerrada que es y por el poco arcén que tiene, entonces antes de la curva voy al otro lado de la calzada (si no viene nadie por detrás) y tras tomar la curva vuelvo a la parte izquierda.
- Cuando corramos por carretera es preferible llevar la ropa más llamativa posible. Una camiseta amarilla fosforito es lo más apropiado ya que es lo que mejor se ve en todos los casos.
- Si corremos al amanecer o al anochecer hay que llevar una luz: una linterna o algo así. Además de obligatorio es una medida de sentido común para que nos vean los coches.
- Aunque ir escuchando música nos distraiga mucho en nuestras tiradas largas, no es buena idea llevar auriculares si corremos por donde hay tráfico, puesto que podemos no oír a un coche que viene. Si así y todo preferimos llevarlos que sea a un volumen bajo para no perder el sonido ambiente del tráfico.

No quiero terminar sin comentar también el tema de correr por los carriles-bici que, por suerte, cada vez abunda más en nuestras ciudades.
Un carril-bici, como su nombre indica, es para las bicis. No son para pasear al perro, ni para patinar con los niños, ni para correr por ellos. Son para que los usen los que van en bici.
En Bilbao, donde vivo, veo muchas veces a gente corriendo por un carril bici cuando paralelo al mismo hay un paseo para los peatones incluso más ancho que el carril bici. Puedo entender que se haga esto a ciertas horas en las que hay tanta gente paseando que es difícil correr, pero muchas veces hay gente corriendo por el carril bici cuando el paseo está casi vacío.
Imaginaros la situación: un grupo de ciclistas en un sentido del carril-bici que se va a cruzar con otro grupo en sentido contrario (lo cual ya es peligroso porque los carriles bici suelen ser muy estrechos) y en medio un par de corredores, que para más inri van escuchando música por lo que no oyen los gritos de aviso del grupo de ciclistas que tienen a la espalda. Esto es muy habitual y es una situación de peligro en la que los más perjudicados van a ser los ciclistas en caso de caída.

En resumen. Tened mucho cuidado en las carreteras y respetemos las normas. Todos saldremos ganando.

martes, 6 de septiembre de 2016

Medio Maratón Bajo Pas

La cosa parece que va bien de cara a asaltar mi MMP en el Maratón de Berlín el domingo 25 de septiembre. Me encuentro más en forma que nunca y estoy entrenando muy bien siguiendo el plan que me diseñé. Como dato os diré que en agosto he corrido 268 km, creo que ha sido el mes que más he corrido en mi vida, y teniendo en cuenta el calor y que la mayoría de los kilómetros han sido por carretera en zonas donde no hay llanos pues estoy muy satisfecho.
Para este fin de semana pasado en principio me venía bien correr una Media Maratón, pero no había visto ninguno por mi zona, y además tenía en mente ir el sábado al Aubisque a ver la Vuelta a España y correr por la carretera del Circo de Litor entre el Aubisque y el Soulor o subir en bici el puerto. Así que no iba a correr una Media.
Pero a mitad de la semana el plan del Aubisque se fue abajo y me enteré de que en Oruña de Piélagos (en Cantabria) el domingo se organizaba la XXX Media Maratón del Bajo Pas, así que me inscribí y decidí correrla como un último test de cara a Berlín. No la había preparado especialmente, y había hecho series duras el miércoles y me dolían las piernas, pero me sentí bien en la carrera.
No tuve que madrugar mucho, porque la salida era a las 10:00, lo cual propició que se corriera con calor y mucha humedad.
El circuito es durillo, con tres o cuatro repechos que rompían mucho el ritmo, pero como llevo todo agosto corriendo por terreno más duro aún, al final se me hizo más suave que lo que pensaba que iba a ser.
Salimos algo menos de 600 corredores, y terminamos la carrera 505. Había un nivel bastante alto.
Mi idea era intentar ir más o menos a mi umbral (algo menos de 140 ppm) hasta la mitad de carrera, pero ya de salida fui más fuerte, pero como veía que lo soportaba bien tiré para adelante más o menos siempre alrededor de 147 ppm. Iba aguantando sin mucha dificultad (por lo que creo que he mejorado mi umbral desde la última prueba de esfuerzo de abril -igual me hago una nueva prueba de esfuerzo antes de Berlín para ir con el dato preciso-) y solo notaba que tenía que aflojar cuando pasaba de 150 ppm.
Así las cosas fui todo el rato muy regular haciendo casi todos los kilómetros a un ritmo alrededor de 4:45 min/km. Un ritmo algo alto para mí pero que lo soporto gracias a las series que me he ido metiendo estas últimas semana a ritmos más fuertes.
En el km 5 aproveché el primer avituallamiento para tomar dos pastillas de Glucosport, y luego en el km 15 me tomé un gel.
Y así, manteniendo el ritmo y procurando regular en los repechos pasé la última cuesta (km 19,5) y me lancé hacia la meta haciendo un último km a 4:24 y terminando a 4:10 con mis máximas pulsaciones del día (162 ppm). Tiempo final: 1:40:47. Pulsaciones medias: 147 ppm.
Al de poco de terminar ya estaba recuperado y las piernas no me dolían. Eso sí, la sudada fue monumental. Como prueba estaba el chapoteo que notaba en la zapatilla derecha desde el km 15 porque llevaba los pies empapados por los chorros de sudor que me caían por las piernas.
En fin. Una bonita carrera y sensaciones muy buenas de cara a Berlín. Ya solo me queda una semana de entrenar duro y luego ya bajar el pistón para llegar entero a mi 15º Maratón y luchar por esa MMP (bajar de 3:39) y por acercarme todo lo posible a 3:30. Estoy en forma y ya he corrido muchos maratones tranquilo, así que esta vez arriesgaré un poco para ver hasta dónde puedo llegar. Si veo que no tengo mi día pues a terminarlo lo más entero posible, pero si el cuerpo responde le meteré un poco de caña.





Datos de la carrera: muy regular en todo momento y desde el km 5 pasando a gente.

jueves, 18 de agosto de 2016

Recta final para el Maratón de Berlín

A poco más de cinco semanas para mi 15º maratón, el Maratón de Berlín, voy a hacer un pequeño resumen de cómo me han ido los entrenamientos para esta carrera.
La Puerta de Brandenburgo me espera.

La verdad es que el plan de entrenamiento que llevo para este maratón es un poco diferente al de otros maratones, ya que desde el Maratón de París del 3 de abril, donde no me fueron las cosas demasiado bien, el calendario deportivo que he llevado no ha estado centrado solo en este maratón.
Soy consciente de que si quieres preparar un maratón para correrlo a tope, intentando hacer una buena marca, lo normal es dedicar los tres o cuatro meses anteriores a seguir un plan progresivo de entrenamientos, y haber descansado bien algunas semanas antes de comenzar el plan específico.
Pero en este caso no lo he hecho así.
Me gusta correr y me gusta hacer realidad algunos sueños, y esto significa que a veces tengo que hacer algunos equilibrios entre mis sueños y el descanso si se dan las circunstancias para cumplir todo lo que me propongo. Y este año, como otros años, ha sido así.
Mi idea inicial era correr solo un maratón este año, el de París. El de Berlín, además, me daba pereza porque me obligaba a entrenar fuerte en agosto, mal mes para entrenar duro.
Pero al final me apunté también al viaje a Berlín con Sportravel, ya que iban unos amigos míos de los Beer Runners de Bilbao y era una buena ocasión.
Bien. Ya tengo dos maratones para el año. Están bien separados en el tiempo, así que no hay problema para entrenar en condiciones para los dos.
Pero yo soy como soy, y si no fuera así no sería yo.
Después de París, poco más de un mes después, tenía un gran objetivo como era la carrera de la Wings for life World Run en Valencia. Y allí me exprimí a tope para correr casi 27 km a 5:01 de media.
Sin descanso, al día siguiente de correr en Valencia volé a Atenas por trabajo y corrí por allí un par de días con calor. Había que correr en Maratón.
Luego tenía otro sueño que cumplir. Así que finales de junio me hice mi particular ultra trail de 82 km Bilbao - Gorbea - Bilbao en lo que dura el día.
No era lo mejor para empezar a preparar Berlín, pero para mí hay cosas más importantes que preparar una sola carrera al 100%.
En julio ya debería estar empezando el plan de Berlín, pero antes había que pasar unos días en Pirineos viendo el Tour y subiendo algunos puertos en bici. Es la tradición y yo he sido antes ciclista que maratoniano y el ciclismo sigue siendo mi deporte. Eso sí, este año también corrí por el Tourmalet, no solo monté en bici.
Y ya, por fin, tras un par de días de descanso tras Pirineos, empecé a seguir el plan que me había preparado para Berlín. En teoría iban a ser 14 semanas, pero teniendo en cuenta lo del Gorbea y lo del Tour, al final van a ser solo 11 semanas. Parecen pocas, pero hay que tener en cuenta que las he comenzado con un nivel de fondo muy alto, por lo que me estoy centrando más en los días de calidad, y no tengo un gran necesidad de hacer muchos kilómetros, aunque estoy ya alargando las tiradas largas.
Por supuesto, tras París me hice una nueva Prueba de Esfuerzo, y voy controlando con el pulso por la mañana y algunos tests de recuperación cómo está adaptándose mi cuerpo a los entrenamientos. Y por ahora voy bien.
Ya os contaré cómo termino el plan antes de Berlín.