viernes, 1 de abril de 2022

Azkoitia Azpeitia 2022

El sábado pasado participé por cuarta vez en este bonito medio maratón, uno de los más clásicos de Euskadi, ya que su primera edición fue en 1994. Esta carrera está ligada al maratoniano Diego García, quien diseñó la primera edición. Diego nació en Azkoitia en 1961. Tuvo el récord de España de maratón en 1992, con un tiempo de 2:10: 30, cuando aún no era atleta profesional. Luego, en 1994, fue medalla de plata en el campeonato europeo de maratón en Helsinki, con aquel triplete histórico para España, con Martín Fiz medalla de oro, Diego García de plata y Alberto Juzdado medalla de bronce. Se retiró en el año 2000 en la Behobia San Sebastián, con un segundo puesto.

Con Diego García, antes de salir.

Pero, el 31 de marzo de 2001, entrenando precisamente para su carrera, la Azkoitia Azpeitia, en la que iba a recibir un gran homenaje de sus vecinos, un ataque al corazón fulminante acabó con su vida trágicamente. Por ese motivo, desde 2002, se erige cerca de Loyola (Azpeitia), en el lugar donde falleció, una estatua de bronce en la que su figura corriendo queda reflejada de manera magnífica. Es por este triste hecho, y por la importancia de Diego García en la historia de la Azkoitia Azpeitia, por la que esta carrera tiene por sobrenombre “Memorial Diego García”.

Como entre la salida en Azkoitia y la llegada en Azpeitia solo hay poco más de 2 km de separación, en la carrera se dan primero dos vueltas a un circuito urbano en Azkoitia, donde no falta el adoquín en una de sus calles principales, antes de dirigirnos ya hacia Azpeitia por un bonito carril bici que es uno de los lugares de paseo habituales de los vecinos de estas localidades hermanas. Ya en Azpeitia, un par de vueltas por el pueblo nos dejan en la recta de meta, cerca del precioso Santuario de Loyola, cuna de la orden religiosa de los Jesuitas que fundó, precisamente, San Ignacio de Loyola, primero militar y después religioso y patrón de Gipuzkoa y de Bizkaia. Había nacido en Loyola en 1491 y su muerte se produjo en Roma el 31 de julio de 1556, y por ello ese día, San Ignacio, es festivo en ambos territorios históricos del País Vasco.

Como este año no me estoy encontrando demasiado en forma en ningún momento, tras el Maratón de Bilbao del pasado 6 de marzo no había entrenado demasiado, por lo que me tomé la carrera como una tirada larga algo exigente.

Hay que señalar que la salida en Azkotia está algo más elevada en altitud que la llegada en Azpeitia, como lo indican los nombres de estos pueblos: "koitia", de "goitia", "alto" en euskera; y "peitia", de "beitia", "bajo" en euskera. Así que corremos cuesta abajo, je, je. 

Además de no estar muy fino, el sábado nos encontramos con un día casi de verano en pleno mes de marzo en Euskadi, y la carrera da inició a las cuatro y media de la tarde (muy mala hora para correr) con casi 25ºC. Demasiado calor para correr a la hora de la siesta. Casualmente, en todas las anteriores veces que he corrido aquí, ha llovido y ha hecho frío.

No sé si por ello, pero el caso es que en los primeros kilómetros empecé a notar la pierna izquierda como hinchada y pasé unos kilómetros muy malos, incluso pensando en parar. Por suerte, a partir del km 8,5 ya pude sentirme mejor y pude empezar a correr disfrutando un poco más. De estar casi de los últimos, ya pude ir pasando a más corredores y casi hasta meta aguanté un ritmo decente para la forma que tengo ahora.

Llegué a meta satisfecho y con la sensación de haber corrido bien (para mi nivel, claro).

La verdad es que en esta carrera se corre bastante. Prueba de ello es que con mi mejor marca en medio maratón de mis últimos años (1:37:28 en Santoña en 2016), en esta carrera hubiese quedado en la mitad de la tabla (el 277 de 560). Casi nada.

Con la marca que hice esta vez, 1:52:44, quedé el 483 de 560, y eso que me encontré bien desde el km 8,5, que si no…

En la categoría de viejos, como solo había una para los mayores de 40 años, pues quedé el 254 de 195 veteranos. No está mal.

Hasta el km 8,5 fui a una media de 5:28 min/km, a 127 ppm medias y a 213 w. Pero de ahí a meta ya corrí a 5:14 min/km de ritmo medio, a 141 ppm y a 222 w.

En total, la media fue de 5:21 min/km a 135 ppm y a 218 w.

Viendo mis marcas en las anteriores ocasiones quedé bastante lejos de mi yo de ayer. Eso sí, el pulso medio también refleja un menor esfuerzo en esta ocasión:

2014: 1:46:44, a 142 ppm.

2017: 1:42:29, a 140 ppm.

2018: 1:48:26, a 140 ppm.

2022: 1:52:44, a 135 ppm.




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