domingo, 24 de abril de 2016

Africanos y maratón: ¿Solo genética?

Hoy, en el Maratón de Londres, un keniano, Eliud Kipchoge, ha rozado el récord del mundo con 2:03:05. Hay que ir al octavo puesto para encontrar al primer corredor no africano, el escocés Callum Hawkins (2:10:52). La primera mujer ha sido la keniana Jemima Sumgong. La primera europea, la bielorusa Volha Mazuronak, ha quedado cuarta.

Podio del Maratón de Londres 2016

En el Maratón de Madrid, por su parte, otro keniano, Peter Kiptoo Kiplagat, ha ganado con un tiempo de 2:11:44. En mujeres la etíope Askale Alemayehu se ha impuesto con 2:33:08.
Si miramos los doce mejores tiempos en Maratón, solo encontramos en hombre a atletas africanos. En mujeres domina Paula Radcliffe y solo hay tres africanas entre las diez mejores marcas de todos los tiempos.
Si vemos quiénes ganan los mejores maratones a nivel mundial, prácticamente la mayoría son atletas africanos, de Kenia y Etiopía, normalmente.
Curiosamente, si miramos la nacionalidad de los ganadores, tanto en hombres como en mujeres, en el maratón de los Juegos Olímpicos en la historia, no hay un dominio tan aplastante de atletas de África.
A la vista de todo esto, podríamos pensar que los atletas africanos, sobre todo los que vienen de los países de la zona de África del Este, como Kenia, Etiopía o Somalia, cuentan con alguna ventaja genética que les permite dominar las carreras de fondo en todo el mundo.
Siempre se ha hablado de que son corredores de zonas de gran altitud, de composición más delgada que otros atletas, con piernas finas, etc. En fin, que cuentan “de serie” con una batería de ventajas fisiológicas a la hora de correr muchos kilómetros a gran velocidad de manera eficiente.
¿Pero realmente esto es así? ¿Se puede achacar el éxito de estos atletas solo a que están más dotados físicamente para este deporte que las demás personas de todo el mundo?

Veamos.

Un estudio a gran escala en el que se han analizado datos de más de 1.500 atletas de países como Australia, Kenia, Etiopía, Japón, Polonia, Rusia y España, incluyendo a muchos plusmarquistas del mundo y, en general, a los mejores de cada país, concluyó que no hay diferencias entre ellos y el resto de la población mundial.
“No hemos encontrado ninguna secuencia de ADN que diferencie a un atleta de un individuo sedentario de control”, explicó Claude Bouchard, autor principal del nuevo trabajo.
Para disponer de una muestra lo suficientemente grande como para ser representativa, Bouchard y científicos de once países crearon GAMES, un gran consorcio internacional para investigar el genoma de atletas de élite especialistas en pruebas de resistencia como el maratón. En el estudio está también Alejandro Lucía, investigador de la Universidad Europea de Madrid. El genoma de todos esos atletas se comparó con 2.700 personas no deportistas, en cada uno de los países analizados, en busca de marcadores genéticos de superioridad física sin que se hallara nada significativo que diferenciara a atletas de las personas normales del control.
“No hay duda -dice Bouchard- de que tiene que haber variantes genéticas claves para alcanzar los podios mundiales. El cambio de paradigma que muestra este estudio es que se trata de muchas variantes poco comunes, cada una con un efecto muy pequeño en el rendimiento, por lo que ha sido imposible encontrarlas incluso con el mayor estudio de este tipo hecho hasta la fecha”. “Es un hallazgo muy importante que nos está diciendo que tenemos que dar un giro de 180 grados a nuestra forma de pensar”, resume Bouchard (Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/02/03/ciencia/1454514559_638013.html).

Entonces, ¿por qué ganan siempre ellos?

Yo, hasta hace poco, también estaba convencido de que estos atletas africanos tenían una ventaja física respecto a atletas blancos o de otras razas. Pero hace unos meses, en un debate de sobremesa acerca de este tema, un amigo mío (que no hace nada de deporte) comentó algo que me hizo pensar: ¿Qué pasaría si en China, por ejemplo, donde viven tantos millones de personas, desde pequeños todos practicaran atletismo? Quizás en pocos años veríamos a atletas de China ganando todos los maratones.
Está bien. Pensemos por un momento qué es lo que más nos diferencia a los europeos, por ejemplo, de los africanos y que pueda influir en la cantidad de corredores de fondo de elite de cada continente.
Pensemos en qué tipo de deporte hacen nuestro niños (y aquí incluyo a niños y niñas, aunque nuestros niños hacen generalmente más deporte que nuestras niñas).
Cojamos a 1.000 niños europeos de hasta 15 años. De esos 1.000, la mayoría no hace más deporte que las pocas horas de gimnasia en el colegio. El resto del tiempo su mayor actividad física es jugar con una máquina y ver la tele. Luego hay algunos que hacen deporte escolar, y unos pocos, además de eso hacen otros deportes con su familia y amigos, como ir en bici, ir al monte o a esquiar, o jugar a fútbol, sobre todo, en la plaza de su pueblo.
Pongamos que, finalmente, de los 1.000 niños hay unos 200 que hacen deporte habitualmente a lo largo de la semana.
De estos 200, pongamos que la mitad, o poco más, seguirán haciendo deporte más allá de los 15 años, federándose en Cadetes. Luego solo unas decenas seguirán en Juveniles y pasarán a categorías superiores. Y de todos éstos, ¿cuántos hacen atletismo? Mejor ni respondo.
Pensemos ahora en 1.000 niños de Kenia, por ejemplo. De los 1.000, casi todos hacen ejercicio físico habitualmente, sin saberlo, ya que la mayoría tiene que andar (o correr) una distancia apreciable todos los días para ir al Colegio y para ir al campo a ayudar a sus familias en las tareas agrícolas y ganaderas. Luego muchos se apuntan a Escuelas de Atletismo, ya que allí el atletismo es el deporte rey (no el fútbol, como en Europa).
Bien tenemos a muchos centenares de niños que llegan a los 15 años con un cuerpo adaptado a hacer un volumen de deporte importante, sobre todo a correr. De todos ellos, muchos siguen federados en atletismo, ya que es el deporte que más practican en sus pueblos, hay grandes campeones que son referencia para ellos y, además -muy importante- es un deporte que, si se les da bien, les puede ayudar a ganarse bien la vida y salir de pobres, cosa que en Europa no se da, ya que pocos niños habrá en Europa que vean en el deporte una vía para salir de la pobreza.
Así que ya en categorías de Juveniles y superiores tenemos varios cientos de jóvenes atletas kenianos que como llevan toda la vida corriendo (muchas veces descalzos) tienen una técnica de carrera eficiente y son capaces de soportar ya volúmenes de carga de entrenamientos de mucho nivel.
Y así nos encontramos que los pocos atletas europeos que llegan a competir a nivel internacional se tienen que enfrentar a muchísimos atletas africanos que se han ido seleccionando de forma natural de entre cientos de atletas de gran nivel.
De la cantidad sale la calidad, y eso es lo que vemos en las grandes carreras de fondo de todo el mundo.
Cuando se empezó a correr maratones, a principios del s. XX, los dominadores eran los atletas de EE.UU. y de algunos países de Europa, simplemente porque era donde se corrían maratones. Luego en Japón, y otros lugares, arraigó la afición con fuerza y también han tenido grandes campeones. Ahora donde más se corre es en estos países de África. Quién sabe. Quizás si los chinos o los indios empezaran a pensar solo en correr, en pocas décadas veríamos muchos ganadores de Maratón de China o de la India.
¿Genética? Sí, algo puede que haya, pero no creo que esté ahí la mayor diferencia.

Evolución récord mundial masculino:

Time
Name
Nationality
Date
2:55:18
July 24, 1908
2:52:45
January 1, 1909
2:46:52
February 12, 1909
2:46:04
May 8, 1909
2:42:31
May 26, 1909
2:40:34
August 31, 1909
2:38:16
May 12, 1913
2:36:06
May 31, 1913
2:38:00
November 29, 1914
2:32:35
August 22, 1920
2:29:01
October 12, 1925
2:30:57
July 5, 1929
2:26:14
March 21, 1935
2:27:49
March 31, 1935
2:26:44
April 3, 1935
2:26:42
November 3, 1935
2:25:39
April 19, 1947
2:20:42
June 14, 1952
2:18:40
June 13, 1953
2:18:34
October 4, 1953
2:17:39
June 26, 1954
2:18:04
August 12, 1956
2:15:17
August 24, 1958
2:15:16
September 10, 1960
2:15:15
February 17, 1963
2:14:28
United States
June 15, 1963
2:14:43
July 6, 1963
2:13:55
June 13, 1964
2:12:12
October 21, 1964
2:12:00
June 12, 1965
2:09:36
December 3, 1967
2:08:33
May 30, 1969
2:09:28
July 23, 1970
2:09:12
January 31, 1974
2:09:05
February 5, 1978
2:09:01
April 26, 1980
2:08:18
December 6, 1981
2:08:05
October 21, 1984
2:07:12
April 20, 1985
2:06:50
April 17, 1988
2:06:05
September 20, 1998
2:05:42
October 24, 1999
2:05:38
April 14, 2002
2:04:55
September 28, 2003
2:04:26
September 30, 2007
2:03:59
September 28, 2008
2:03:38
September 25, 2011
2:03:23
September 29, 2013
2:02:57
September 28, 2014


Evolución récord mundial femenino:

Time
Name
Nationality
Date
5:40:xx
September 29, 1918
3:40:22
October 3, 1926
3:37:07
December 16, 1963[nb 8]
3:27:45
May 23, 1964
3:19:33
July 21, 1964[nb 9]
3:15:23
May 6, 1967
3:07:27
September 16, 1967
3:02:53
February 28, 1970
3:01:42
May 9, 1971
2:55:22
September 19, 1971
2:49:40
December 5, 1971
2:46:36
December 2, 1973
2:46:24
October 27, 1974
2:43:54
December 1, 1974
2:42:24
April 21, 1975
2:40:15
May 3, 1975
2:38:19
October 12, 1975
2:35:15
May 1, 1977
2:34:47
September 10, 1977
2:32:29
October 22, 1978
2:27:32
October 21, 1979
2:31:23
February 3, 1980
2:30:57
September 6, 1980
2:25:41
October 26, 1980
2:30:27
November 16, 1980
2:29:57
March 29, 1981
2:29:01
January 16, 1982
2:26:12
September 12, 1982
2:25:28
April 17, 1983
2:22:43
April 18, 1983
2:24:26
May 13, 1984
2:21:06
April 21, 1985
2:20:47
April 19, 1998
2:20:43
September 26, 1999
2:19:46
September 30, 2001
2:18:47
October 7, 2001
2:17:18
October 13, 2002
2:15:25
April 13, 2003


Ganadores Maratón Olímpico:

Edición
Prueba
Atleta
País
Marca
Hombres
Spyridon Louis
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/6/6e/Flag_of_Greece_%281822-1978%29.svg/22px-Flag_of_Greece_%281822-1978%29.svg.png Grecia (GRE)
2:58:50
Mujeres
-
Hombres
Michel Theato
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/c/c3/Flag_of_France.svg/22px-Flag_of_France.svg.png Francia (FRA)
2:59:45
Mujeres
-
Hombres
Thomas Hicks
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/8e/US_flag_45_stars.svg/22px-US_flag_45_stars.svg.png Estados Unidos (USA)
3:28:53
Mujeres
-
Hombres
John Joseph Hayes
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/af/US_flag_46_stars.svg/22px-US_flag_46_stars.svg.png Estados Unidos (USA)
2:55:18
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/3/39/Red_Ensign_of_South_Africa_1910-1912.svg/22px-Red_Ensign_of_South_Africa_1910-1912.svg.png Sudáfrica (RSA)
2:36:54
Mujeres
-
Hombres
Hannes Kolehmainen
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/b/bc/Flag_of_Finland.svg/22px-Flag_of_Finland.svg.png Finlandia (FIN)
2:32:35
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/b/bc/Flag_of_Finland.svg/22px-Flag_of_Finland.svg.png Finlandia (FIN)
2:41:22
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/c/c3/Flag_of_France.svg/22px-Flag_of_France.svg.png Francia (FRA)
2:32:57
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/1a/Flag_of_Argentina.svg/22px-Flag_of_Argentina.svg.png Argentina (ARG)
2:31:36
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9e/Flag_of_Japan.svg/22px-Flag_of_Japan.svg.png Japón (JPN)
2:29:19
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/1a/Flag_of_Argentina.svg/22px-Flag_of_Argentina.svg.png Argentina (ARG)
2:31:36
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/c/cb/Flag_of_the_Czech_Republic.svg/22px-Flag_of_the_Czech_Republic.svg.png Checoslovaquia (TCH)
2:23:03
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/c/c3/Flag_of_France.svg/22px-Flag_of_France.svg.png Francia (FRA)
2:25:00
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/55/Flag_of_Ethiopia_%281897-1936%3B_1941-1974%29.svg/22px-Flag_of_Ethiopia_%281897-1936%3B_1941-1974%29.svg.png Etiopía (ETH)
2:15:16
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/55/Flag_of_Ethiopia_%281897-1936%3B_1941-1974%29.svg/22px-Flag_of_Ethiopia_%281897-1936%3B_1941-1974%29.svg.png Etiopía (ETH)
2:12:11
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/55/Flag_of_Ethiopia_%281897-1936%3B_1941-1974%29.svg/22px-Flag_of_Ethiopia_%281897-1936%3B_1941-1974%29.svg.png Etiopía (ETH)
2:20:26
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/a4/Flag_of_the_United_States.svg/22px-Flag_of_the_United_States.svg.png Estados Unidos (USA)
2:12:19
Mujeres
-
Hombres
2:09:55
Mujeres
-
Hombres
2:11:03
Mujeres
-
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/5c/Flag_of_Portugal.svg/22px-Flag_of_Portugal.svg.png Portugal (POR)
2:09:21
Mujeres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/a4/Flag_of_the_United_States.svg/22px-Flag_of_the_United_States.svg.png Estados Unidos (USA)
2:24:52
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/0/03/Flag_of_Italy.svg/22px-Flag_of_Italy.svg.png Italia (ITA)
2:10:32
Mujeres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/5c/Flag_of_Portugal.svg/22px-Flag_of_Portugal.svg.png Portugal (POR)
2:25:40
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/0/09/Flag_of_South_Korea.svg/22px-Flag_of_South_Korea.svg.png Corea del Sur (KOR)
2:13:23
Mujeres
2:32:41
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/af/Flag_of_South_Africa.svg/22px-Flag_of_South_Africa.svg.png Sudáfrica (RSA)
2:12:36
Mujeres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/71/Flag_of_Ethiopia.svg/22px-Flag_of_Ethiopia.svg.png Etiopía (ETH)
2:26:05
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/71/Flag_of_Ethiopia.svg/22px-Flag_of_Ethiopia.svg.png Etiopía (ETH)
2:10:11
Mujeres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9e/Flag_of_Japan.svg/22px-Flag_of_Japan.svg.png Japón (JPN)
2:23:14
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/0/03/Flag_of_Italy.svg/22px-Flag_of_Italy.svg.png Italia (ITA)
2:10:55
Mujeres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9e/Flag_of_Japan.svg/22px-Flag_of_Japan.svg.png Japón (JPN)
2:26:20
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/49/Flag_of_Kenya.svg/22px-Flag_of_Kenya.svg.png Kenia (KEN)
2:06:32
Mujeres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/73/Flag_of_Romania.svg/22px-Flag_of_Romania.svg.png Rumania (ROU)
2:26:44
Hombres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/4e/Flag_of_Uganda.svg/22px-Flag_of_Uganda.svg.png Uganda (UGA)
2:08:01
Mujeres
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/71/Flag_of_Ethiopia.svg/22px-Flag_of_Ethiopia.svg.png Etiopía (ETH)
2:23:07

En los últimos años, kenianos y etíopes se han erigido como los grandes dominadores de las carreras de fondo. Así se puede apreciar en la lista de las 12 mejores marcas de la historia del maratón:

Posición
Nombre
Nacionalidad
Marca
Prueba
Año
1
Dennis Kipruto Kimetto
Kenia
2:02:57
Berlín
2014
2
Eliud Kipchoge
Kenia
2:03:05
Londres
2016
3
Emmanuel Kipchirchir Mutai
Kenia
2:03:13
Berlín
2014
4
Wilson Kipsang
Kenia
2:03:23
Berlín
2013
5
Patrick Makau
Kenia
2:03:38
Berlín
2011
6
Wilson Kipsang
Kenia
2:03:42
Frankfurt
2011
7
Dennis Kipruto Kimetto
Kenia
2:03:45
Chicago
2013
8
Stanley Biwott
Kenia
2:03:51
Londres
2016
9
Emmanuel Kipchirchir Mutai
Kenia
2:03:52
Chicago
2013
10
Haile Gebrselassie
Etiopía
2:03:59
Berlín
2008
11
Eliud Kipchoge
Kenia
2:04:05
Berlín
2013
12
Eliud Kipchoge
Kenia
2:04:11
Chicago
2014

Entre las féminas la cosa cambia, con la británica Paula Radcliffe como gran dominadora con las tres mejores marcas de la historia, además de la séptima. Una rusa, dos keniatas, una etíope, una japonesa y una alemana completan la lista:

Posición
Nombre
Nacionalidad
Marca
Prueba
Año
1
Paula Radcliffe
Reino Unido
2:15:25
Londres
2003
2
Paula Radcliffe
Reino Unido
2:17:18
Chicago
2002
3
Paula Radcliffe
Reino Unido
2:17:42
Londres
2005
4
Liliya Shobukhova
Rusia
2:18:20
Chicago
2011
5
Mary Jepkosgei
Kenia
2:18:37
Londres
2012
6
Catherine Ndereba
Kenia
2:18:47
Chicago
2001
7
Paula Radcliffe
Reino Unido
2:18:56
Londres
2002
8
Tiki Gelana
Etiopía
2:18:58
Rotterdam
2012
9
Mizuki Noguchi
Japón
2:19:12
Berlín
2005
10
Irina Mikitenko
Alemania
2:19:19
Berlín
2008

viernes, 22 de abril de 2016

Prueba de esfuerzo tras Maratón de París: todo OK

Bueno, tras el Maratón de París, donde no tuve mi mejor día, y el susto posterior de una buena bajada de tensión mientras volvía al hotel, comenté con mi médico, Joseba Barrón (Senkirol), la conveniencia de realizarme una prueba de esfuerzo para quedarme tranquilo y para ver si estoy Ok para los siguientes retos.
Él me comentó que no lo veía necesario (habíamos hecho una en diciembre previa a los entrenos para París) y no le daba importancia a la bajada de tensión post carrera. Pero yo me quedaba más a gusto si la hacíamos, así que esta mañana, casi tres semanas después de París, me he sometido una vez más a su protocolo de prueba de esfuerzo máxima.
Como siempre, Joseba me ha hecho la prueba sobre la bicicleta. Hay quien cree que no es lo mejor para un corredor. Yo, como vengo del ciclismo, no me siento extraño en la bici, pero hay corredores/atletas/runners que creen que es mejor hacerla en la cinta de correr.
Lo comenté con Joseba una vez, y me dijo que de cara al resultado es indiferente, pero que al hacerla en bici el médico tiene mucha más facilidad para tomar la tensión en las diferentes fases de la prueba, con lo que se puede detectar una tensión alta en esfuerzo, que es un factor de riesgo grande.
Bueno. La prueba de hoy me ha dado unos resultados muy buenos, confirmando las buenas sensaciones que tengo esta semana, la tercera post maratón:

-Por un lado mi Consumo Máximo de Oxígeno (VO2) que era de 65,21 en diciembre, se ha quedado hoy en un valor aún mejor de 66,79, según Joseba casi al nivel de un ciclista profesional (si solo bastara esto para ser deportista de elite...).

-El Punto de Conconi, el umbral aeróbico, ha subido a 136 ppm de los 130 ppm de diciembre, y la potencia que muevo en ese punto ha subido a 3,68 w/kg de los 3,44 w/kg.

-La Potencia Máxima Mantenible ha bajado un poco de 4,76 w/kg de diciembre a 4,49 w/kg ahora. Se nota la pérdida de fuerza en las piernas que noto por montar poco en bici y no hacer mucho gimnasio.

-Me ha empeorado la recuperación en 1 minuto, de un valor de 44 pulsaciones en diciembre a solo 23 pulsaciones ahora. Haremos unos análisis de sangre para ver cómo estoy.

-La tensión arterial ha sido correcta en esfuerzo y lenta en recuperación.

CONCLUSIONES:

Con estos datos sé que puedo entrenar sin riesgo para mi salud para los retos que tengo por delante, como la Wings for life o el Maratón de Berlín. Seguiré las pautas que me ha dado Joseba en cuanto a pulsaciones en los entrenamientos.

martes, 12 de abril de 2016

Hoy corro. Sólo corro. Corro solo.

Hoy corro. No es ninguna novedad. De vez en cuando corro. Sólo corro. Corro solo. El bosque está tranquilo. El río fluye en paz. Y yo corro. Corro solo. Sólo corro.
No sé cuánto tiempo llevo corriendo ni sé el tiempo que seguiré haciéndolo. Pero no importa. Hoy sólo quiero correr, dejarme llevar por este sendero mágico y solitario que no conozco y que no sé a dónde me conduce. Me es igual. Hoy no me importa llegar a ningún sitio, no me preocupa medir los kilómetros, ni las horas, ni los latidos de mi corazón. Hoy sólo corro. Corro solo.
Los pies fluyen mientras la mente se desconecta de mi cuerpo. Un cuerpo que corre, que sigue, que no se parará mientras yo no se lo pida. Un cuerpo de un corredor de larga distancia que a su ritmo, dejándose llevar, tal vez no se detendría jamás, que seguiría el sendero hasta el final, y tal vez, incluso, más allá del final.
El río refleja las sombras de los árboles. Un río que, como la vida, como yo hoy, sólo corre, corre solo, hacia su desembocadura, hacia el final, y un poco más allá, tal vez.
Los árboles no corren, no. Pero también, a su modo, se dejan conducir por el río, un río plácido, que en el espejo de su superficie lisa atrapa la vida y el alma de los árboles y se los lleva consigo, hacia el mañana, hacia el futuro.
El camino acompaña al río. Un camino abierto, limpio, pero con alguna rama que entorpece mi carrera de vez en cuando. Una rama que surge de los árboles, que tal vez no quieran dejarme marchar.

Pero el sendero continúa, como el río, y yo con ellos. Así que sigo. Así que corro. Sólo corro. Corro solo.

lunes, 4 de abril de 2016

Maratón de París: un día duro.

Ayer corrí por fin mi 14º maratón. Esta vez en París. Era mi primera participación en esta carrera y creo que la última, luego os cuento qué me pareció.
El día fue muy bonito, con calorcito incluso. Ideal para mí. Pero no corrí nada a gusto, solo los primeros kilómetros.
Ya os conté que entre enero y febrero estuve unas semanas a medio gas por una lesión. Pero como luego vi que hice MMP en el Medio Maratón de Santander el 6 de marzo, me había animado e incluso me creía preparado para seguir con mi objetivo en París de hacer sub 3:39 y mejorar mi mejor marca personal.
Pero un maratón es un maratón, y aquí las matemáticas no siempre aciertan.
Paso por el km 31.

Vamos por partes.
El viernes, ya en París, fui a la tarde a recoger el dorsal y ver la feria, que nos dijeron que era de las mejores del mundo. Me decepcionó un poco (decepcionar, un verbo que usaré más veces en esta crónica). En el stand de Asics (empresa patrocinadora) había poca colección de prendas con diseños exclusivos para este maratón. Sí que había, pero comparando con la feria de Nueva York (también de Asics) había poca oferta.
La bolsa de corredor tenía muy pocas cosas. Y sobre todo le faltaba una revista de la carrera con toda la información que un corredor necesita: plano de la salida y la llegada, información sobre los avituallamientos, etc. Tenías que buscar la información en la web de la carrera o en la feria, pero no estaba en la bolsa. El resto de los stands de la feria estaban bien. Pero, por lo menos en mi opinión, lejos de la feria de Nueva York.
Después fuimos a cenar a un italiano con mi hermana y mi cuñado que estaban de vacaciones en París. Y vuelta al hotel. Bonita tarde.
El sábado, tras una carrerita suave por los alrededores del hotel con el grupo de Sportravel (un poco demasiado rápida para mi gusto), fui con mi mujer a visitar la Torre Eiffel y luego a comer.
Aquí se me empezó a torcer el maratón, ya que después de comer empecé con dolor de tripas y cansancio. Tras volver al hotel descansé lo que pude, pero no me encontraba en mi mejor forma el día antes de un maratón.
Ya el domingo me levanté mejor. Desayuné sin problemas con Begoña Beristain, quien lo pasaría muy mal para acabar su 5º maratón, y fuimos para la salida. Allí dejé mi mochila en la consigna (bien organizada, sin muchos agobios, lo mismo que para recogerla al final) y fui hacia mi cajón de salida.
Según iba para allí troté un poco suave y noté un calambre en el cuádriceps. "Coño -pensé-, ¿si me da un calambre antes de salir cómo voy a terminar?". Estiré lo que pude y tras la última meadita del miedo salí el último de mi cajón con 15 minutos de retraso sobre la hora que nos habían señalado.
Los primeros kilómetros son fáciles y parecía que todo me iba bien. Pasé el km 5 según mi tiempo objetivo sin problemas. Allí me salté un avituallamiento porque como solo los ponen a un lado (craso error) y estaba mirando al otro buscando a mi mujer pues no lo vi.
Pasé el km 10 todavía a ritmo objetivo, pero ya a partir del km 15 vi que la MMP se me iba. Empecé a calcular que podría acabar sobre las 3:45 haciendo mi tercera mejor marca.
Pero de repente, hacia el km 20 empecé a notarme cansado cuando aún no tocaba ir cansado. Hasta entonces más o menos las pulsaciones me iban bien, pero a partir de allí, y pese a que iba más despacio que lo que me hubiera gustado, las pulsaciones iban algo altas. Síntoma claro de que mi cuerpo no iba bien.
Pasé el medio maratón y el km 25 ya pensando en que por lo menos haría sub 4 horas. Pero las cuestas desde el km 30 con el paso por debajo de muchos túneles, me pasaron factura y hacia el final ya incluso tuve que caminar a ratos.
Lo curioso es que no tenía hambre, no era la típica pájara del muro. Estuve comiendo toda la carrera con normalidad. Incluso me sobró glucosa y geles y en la meta no tenía hambre. Pero el cuerpo estaba cansado y le costaba correr, así que sin disfrutar de la carrera seguí hasta meta. Por lo menos quería sentir la alegría de terminar un nuevo maratón y no me quería decir que me había tenido que retirar (y eso que lo pensé).
En meta entré contento (por supuesto) con un tiempo de 4:05, que podía haber sido mucho más. Recogí mi mochila, me cambié, y luego ya en el Metro hacia el hotel me mareé con una bajada de tensión espectacular (una hipotensión vasovagal, según mi médico). Mi mujer me vio como un cadáver y se asustó. Menos mal que luego me recuperé bien.
No sé lo que me pasó. Seguramente las semanas de entrenamientos buenos que perdí me han hecho llegar peor de lo que yo creía y tal vez tenía que haberme olvidado de hacer tiempo y salir solo a terminar la carrera y a disfrutarla. También, el malestar del sábado por la tarde influyó. Seguro.
Curiosamente no tuve ningún calambre en carrera y hoy lunes de piernas estoy bastante bien.

Sobre la carrera
Me decepcionó el recorrido. París es una ciudad preciosa pero el recorrido no te la enseña bien.
Los avituallamientos solo estaban a un lado de la calzada, con los problemas que ocasiona a los corredores y además te podías saltar algunos por no verlos. Por lo demás estaban bastante bien: botellas de agua en todos los puestos que te las daban a la mano, naranjas y plátanos partidos, pasas,.. En algunos había geles de Isostar y en uno bebida isotónica Isostar. Además había otros con palanganas para esponjas.
El retraso en la salida creo que fue excesivo. Pero como no sé por qué fue me callo.
Hay muchas zonas estrechas e incluso hacia el final de la carrera hay tramos en los que es difícil correr. Te rompe mucho el ritmo (aunque sea lento, jeje).
El recorrido es mucho más duro de lo que lo venden. Muchas cuestas, y algunas salidas de túneles con bastante pendiente.
Hay animación en los tramos del Sena, pero en muchas zonas apenas había gente animando. En Nueva York casi no hay espacio para el público en la mayor parte del recorrido.

En fin. Un maratón más a mi historial. ¿Contento? Sí, claro. Pero no me llevo el recuerdo de otros maratones. Primero porque la mitad del recorrido he ido sufriendo, y luego porque, como os he dicho, me esperaba más de una maratón que ha estado varios años entre los Majors. Será por esto por lo que ya no está en esta lista de los tops de los maratones mundiales.
Bueno. Ayer al acabar no tenía ganas de correr ni un kilómetro más en toda mi vida. Para qué sufrir tanto, pensaba. Pero todo esto se pasa y ya pienso en mi siguiente cita con la distancia en Berlín en septiembre. Lo que no tengo claro es si entrenaré para hacer un nuevo intento de MMP (allí sí que es llano), o simplemente iré a disfrutar y a ayudar a unos amigos Beer Runners a que terminen bien su primer maratón. Ya veré.

Os dejo unas fotos y el enlace a mi Strava de la carrera:



Mi típica foto con el dorsal.

Junto al Arco de La Defense, el sábado.

Esta camiseta verde me la compré de recuerdo. La otra es la de mi equipo por Félix para la Wings for life de Valencia y con la que correré las carreras de este año.

En este muro podías encontrar tu nombre entre 55.000.

Con la familia el viernes por la noche.

La Torre.

Bonita ciudad.
Antes de salir (con mala cara).

Km 5. Me sobraban los manguitos.

Km 31 junto a la Torre Eiffel. Curiosamente aquí no había fotógrafos oficiales, y creo que era el mejor sitio. De hecho he visto las fotos oficiales de mi carrera y solo tengo dos. Esta vez no compro.

Ya a punto de terminar.

La camiseta por Félix cumplió su misión de llevarme a meta.

Con la medallita, antes de desmayarme.

Y con la camiseta de finisher que te dan a la llegada.

Foto en el km 41 que la organización te subía a tu Facebook.

Y la misma del otro lado.


Datos de mi carrera. Como se ve, cada vez más lento.


jueves, 31 de marzo de 2016

Listo para el Maratón de París. ¡A correr!

Bien. Ayer hice una última salida suave de 8 km con mis compañeros de los Beer Runners de Bilbao. Ya está todo el trabajo hecho. Solo me queda mi habitual carrerita de 30' suave el sábado (esta vez por París) y correr el domingo el que será mi 14º maratón. ¿Nervios? Sí. Un poco. Lo normal cuanto te enfrentas a un maratón. Es uno de los encantos de esta distancia.
Mi entrenamiento para París no ha sido el mejor. Tras el Maratón de Washington en octubre (donde corrí tranquilo) y la Be-SS de dos semanas después (donde corrí a tope), descansé en noviembre y en diciembre empecé a sumar kilómetros de base con la intención de ir ya añadiendo calidad a partir de enero.
Diciembre fue un mes agradecido en cuanto a kilómetros. Completé 208 km, casi todos a ritmo tranquilo, y no tuve ningún problema.
Pero en enero, cuando ya comencé a meter ritmos más exigentes me empezó a doler por la zona del tobillo derecho y se me trastocó todo el plan. Fueron unas cuatro semanas en las que veía que se me escapaba el objetivo de intentar hacer MMP en París. Finalmente descubrimos la causa de la lesión (desgaste en mis plantillas) y tras hacer unas nuevas el problema parece que se fue solucionando.
De todas formas eso me restó el poder hacer varias semanas de entrenamientos tal y como los había preparado.
Aquí tenéis el resumen de kilometraje por meses y por semanas:

Diciembre: 208 km.
Enero: 163 km.
Febrero: 190 km.
Marzo: 230 km

Semana 1: 43 km. Salida más larga de 14 km.
Semana 2: 50 km. Salida más larga de 17 km.
Semana 3: 58 km. Salida más larga de 16 km.
Semana 4: 36 km. Salida más larga de 14 km.
Semana 5: 45 km. Salida más larga de 15 km.
Semana 6: 34 km. Salida más larga de 14 km.
Semana 7: 35 km. Salida más larga de 15 km.
Semana 8: 37 km. Salida más larga de 14 km.
Semana 9: 33 km. Salida más larga de 13 km.
Semana 10: 6 km. (más un par de días de bici)
Semana 11: 43 km. Salida más larga de 21 km.
Semana 12: 61 km. Salida más larga de 26 km.
Semana 13: 80 km. Salida más larga de 28 km.
Semana 14: 44 km. Salida más larga de 21 km. (Medio Maratón Santander MMP 1:42:21)
Semana 15: 70 km. Salida más larga de 30,3 km (2:43).
Semana 16: 75 km. Salida más larga de 20 km. (Test 2x6k)
Semana 17: 42 km. Salida más larga de 17 km.
Semana 18: Semana del Maratón.

Como veis, prácticamente hasta la semana 12 no he podido completar una semana entera según lo previsto (salvo las primeras semanas de pretemporada).
En total he corrido hasta ayer (desde el 1 de diciembre) 792 km, en 74 horas y pico.
Lo curioso es que, pese a los problemas, viendo la MMP en Santander y cómo me encontré en el test de 2x6k, me veo bastante bien.
Por eso el domingo en París, donde además parece que va a hacer buen tiempo, no descarto nada. No sé si podré bajar de 3:39, que era mi objetivo, pero saldré a un ritmo que pueda mantener sin forzarme hasta la mitad de carrera, y luego, según cómo vaya, igual intento alcanzar esa MMP que me hace ilusión (aunque sin obsesionarme). Si veo que no voy a hacer marca pues simplemente correré disfrutando de un maratón internacional y bonito como es el de París.
El recorrido no es el ideal para hacer una mejor marca, ya que tiene repechos, pero, bueno, daré lo mejor de mí si veo que tengo opciones. Mi punto fuerte es que sé regularme muy bien y sé interpretar lo que me marca el pulsómetro a la hora de saber cuándo puedo apretar y cuánto tiempo seré capaz de aguantar un ritmo. Y también cuento con la experiencia de mis 13 maratones anteriores.
En fin. No sé qué marca haré, pero sí sé que voy a disfrutar mucho de esta carrera.
Ya os lo contaré.

domingo, 27 de marzo de 2016

Nacidos para correr… maratones

Seguro que muchos de vosotros habréis leído el libro de Christopher McDougall Nacidos para correr: La historia de una tribu oculta, un grupo de superatletas y la mayor carrera de la historia. La verdad es que es un libro estupendo, se deja leer con mucho interés, se aprenden muchas cosas sobre correr y, además, mantiene la intriga de saber qué pasó con la carrera de la que habla el libro, un ultra trail semiclandestino en las Barrancas del Cobre, en unas perdidas montañas de México, entre algunos de los mejores corredores de ultras de los EE.UU. y unos indios rarámuris, como se llaman a sí mismos los tarahumara, considerados los mejores corredores de resistencia del mundo.
No voy a comentar aquí el libro de McDougall. Lo que sí quiero traer a este blog es uno de los temas que se comentan en el libro (y que da título al mismo), que no es otro sino el del hecho científico de que el cuerpo del ser humano (del Homo sapiens) está diseñado para correr largas distancias, tanto si eres un rarámuri como si eres un urbanita occidental.
La verdad es que al leer el libro, y otro también muy interesante sobre este tema de correr (Por qué corremos: Las causas científicas del furor de las maratones. Ambrosio, D. y V. Losada), me ha llamado mucho la atención esta teoría de que todos nosotros somos descendientes de humanos que sobrevivieron y se reprodujeron con éxito durante cientos de miles de años gracias a la capacidad de correr largas distancias.
Siempre hemos pensado que nuestros antepasados abandonaron los árboles y se expandieron por la sabana africana cazando con sus rudimentarias armas y desarrollando una inteligencia superior que nos convirtió en la especie de más éxito de la Tierra.
Pero, como bien nos explica en el libro el profesor de Ciencias Biológicas en Harvard (y corredor), Daniel E. Lieberman: “El arco y la flecha tienen veinte mil años de antigüedad. La punta de lanza tiene doscientos mil años. Pero el Homo erectus tiene unos dos millones de años. Lo que significa que durante la mayor parte de nuestra existencia —casi dos millones de años— los homínidos conseguimos carne con nuestras propias manos”. Y como explica Lieberman, hace dos millones de años, el Australopithecus con aspecto de mono evolucionó en el Homo erectus, nuestro antepasado delgado, de piernas largas, con cabeza grande y dientes pequeños y desgarradores (ideales para comer carne cruda), gracias a que podía conseguir un suministro de carne constante. Y puesto que no tenían las armas y las herramientas que Sapiens ideó mucho más tarde, Homo erectus tenía que conseguirla con sus manos y con su cuerpo de corredor, y usando la técnica de la “caza por persistencia” lograba abatir grandes piezas de animales herbívoros de su entorno.
La caza por persistencia, es, por consiguiente, lo que hizo que nuestros antepasados pudieran disponer de la carne necesaria para que sus cerebros evolucionaran dando lugar, más tarde, a nuestra especie, el Homo Sapiens.
¿Y en qué se basa la caza por persistencia? Pues en correr un maratón. Bueno, no exactamente un maratón, pero más o menos es eso.
La lectura del libro nos muestra cómo nuestro cuerpo, desde Homo erectus en adelante, se fue adaptando para correr largas distancias. La mayoría de los mamíferos que corren son capaces de correr más rápido que nosotros. Nosotros corremos más lento, sí, pero nosotros somos capaces de correr más lento durante mucho más tiempo. Y eso consiguió que los grupos de homínidos podían perseguir a un grupo de ciervos hasta que uno de los ciervos caía muerto por agotamiento. Luego solo tenían que recoger la carne y alejarse de allí antes de que un león viniera a robarles la comida (o a comerles a ellos).
Leemos también que un grupo de investigadores de las universidades de Utah y Harvard liderados por el doctor Dennis Bramble encontró hasta veintiséis adaptaciones de nuestro cuerpo para correr largas distancias. Este estudio (Bramble, D.M, & Lieberman, D.E. 2004. Endurance running and the evolution of Homo. Nature, 432, 345-352) fue portada en la revista “Nature” (que es como ser campeón del mundo de Maratón para un científico, como bien insinúan Ambrosio y Losada).
Por ejemplo, somos los únicos mamíferos que disipan el calor corporal principalmente mediante el sudor, lo que nos permite correr sin que el cuerpo se recaliente. En cambio los demás mamíferos cuando alcanzan una temperatura corporal determinada o se detienen o mueren colapsados.
Otra adaptación es que nosotros podemos elegir el ritmo de la respiración al correr, mientras que los cuadrúpedos solo pueden respirar una vez por cada zancada que dan.
Portada de la revista "Nature" con el artículo citado.

También los científicos han encontrado tendones como el de Aquiles o el ligamento de la nuca que solo sirven para poder correr con eficacia y mantener la cabeza estable. Igual pasa con nuestros glúteos grandes y fuertes, que solo sirven para correr. Los chimpancés, nuestros parientes vivos más cercanos, no tienen estas equipaciones.
Con todas estas adaptaciones, nuestros antepasados (y nosotros si entrenáramos) podían perseguir a sus presas hasta que éstas se derrumbaban agotadas. Por supuesto un ciervo, o una gacela corren más rápido, pero al de un tiempo deben parar. Y ahí estaban los homo corredores, siguiéndoles más despacio, pero sin pausa, sin dejarles descansar, hasta que el animal no podía más y se desplomaba. En el libro se explica cómo hoy en día algunos bosquimanos que aún viven a la manera tradicional practican de vez en cuando la caza por persistencia. Y no solo los bosquimanos, hay otras tribus en muchas partes del mundo que lo hacen, o lo han hecho hasta hace poco, según testimonios de las tribus goshutes y papago en el oeste de los Estados Unidos, de los indígenas de Australia, de los guerreros masai en Kenia, de los indios seri y tarahumara en México, entre otros.
¿Y cuánto tiempo se necesita para cazar así a un animal? Pues entre tres y cinco horas, nos explica el libro. Y, oh casualidad, ése es el tiempo que la mayoría de las personas empleamos para terminar un maratón.
Otra curiosidad que se menciona en el libro es que los neanderthales, nuestros parientes más cercanos (pero ya extintos) no pudieron competir con nosotros cuando en Europa se dulcificó el clima y los bosques dejaron paso a las praderas. Entonces correr fue una ventaja que ellos, muy corpulentos, no tenían pero nosotros, los sapiens, sí.
Otro dato que me ha llamado la atención del libro de McDougall (y que también se menciona en el de Ambrosio y Losada), es que el ser humano no solo es bueno corriendo largas distancias, sino que lo es durante gran parte de su vida.
El doctor Bramble, biólogo que colabora con Lieberman, comenta que en 2004 compararon los tiempos de llegada de los participantes del Maratón de Nueva York por grupos de edad y encontraron que “a partir de los diecinueve años, los corredores van ganando velocidad año a año, hasta que alcanzan su pico a los veintisiete. Después de los veintisiete, empiezan a decaer. Así que la cuestión es, ¿a qué edad alcanza uno la velocidad que tenía a los diecinueve nuevamente?". La sorprendente respuesta es que eso ocurre a los ¡64 años!
También hay otro estudio que analizó las marcas del Maratón de Nueva York entre 1980 y 2010 y que concluyó que los más viejos fueron los que más mejoría tuvieron: “Los tiempos de los corredores se redujeron significativamente en los varones mayores de 64 años y en las mujeres mayores de 44”.
Se cita en el libro de McDougall, en relación a esto, al “Demonio de Dipsea”, Jack Kirk (1906-2007), un corredor americano que terminó 68 veces la carrera de trail running más antigua de EE.UU., la “Dipsea trail race” (que ganó en dos ocasiones) y que dijo: “Uno no deja de correr porque se hace viejo, uno se hace viejo porque deja de correr”. Creo que tenía razón este hombre que terminó su última Dipsea con ¡96 años!

Bueno. Leyendo estos libros, además de terminar con ganas de salir a correr un ultra maratón, comprendemos mejor por qué nos gusta tanto correr. Está en nuestro ADN, y no es una frase hecha, es algo literal.

Pero hay algo más en correr larga distancia que lo hace tan atractivo y es la sensación de libertad que nos ofrece. Esto nos lo explica mejor que cualquier estudio científico Colin Smith, el joven delincuente protagonista de La soledad del corredor de fondo (magnífica narración de Alan Sillitoe): “Es estupendo ser corredor de fondo, encontrarse solo en el mundo sin un alma que te ponga de mala leche o te diga lo que tienes que hacer”.


domingo, 20 de marzo de 2016

Test 2 x 6k: Listo para el Maratón de París

A dos semanas del Maratón de París, hoy he realizado el último entrenamiento duro. Han sido solo 20 km, pero en ellos he insertado el test de Antonio Serrano y Rodrigo Gavela de 2 x 6k. Según este test puedes confirmar, más o menos, el ritmo al que puedes correr el maratón y, por lo tanto, hacerte una idea de qué marca vas a lograr.
No se trata de hacer dos series de 6.000 metros. Se trata de hacer la primera serie un poco más rápido del ritmo objetivo que tienes para el maratón, luego descansar 90” y hacer una segunda serie de 6.000 metros lo más rápido que puedas. Luego se compara el ritmo medio por km de ambas series y con ese dato puedes comprobar si tu ritmo objetivo es realista o es demasiado ambicioso en una tabla.
De los 13 maratones que llevo es la segunda vez que hago este test. La anterior vez fue para el Maratón de Sevilla de 2015. Los datos de ese test fueron éstos (nota: la distancia de 6 km no la medí muy bien en esa ocasión):
-Primera serie en 29:20 a ritmo medio de 4:56, con unas pulsaciones medias de 141 ppm (máx. 147). Quizás demasiado rápida.
-Segunda serie en 26:56 a ritmo medio de 4:34 con unas pulsaciones medias de 149 (máx. 156).
La diferencia entre ambos ritmos medios fue de 22” (menos de 24”), por lo que el ritmo medio de la primera serie fue algo exigente y no válido para el maratón.
Según el test y mis pulsaciones, quizás hice demasiado rápido la primera serie, y más o menos podía aspirar a bajar de 3:39 en el maratón, pero sin seguridad.
El otro dato que barajé para establecer la posible marca fue mi tiempo en el Medio Maratón Azkoitia-Azpeitia, en donde hice 1:46:44. Según este dato, y viendo una calculadora de tiempos muy popular (McMillan), en Sevilla podría hacer algo menos de 3:45. Y por supuesto, todo también estudiado teniendo en cuenta mis datos de mi última Prueba de esfuerzo realizada.
Al final, mi tiempo real en Sevilla fue de 3:42:21, dentro de los valores del test, pero 3 minutos por encima de mi objetivo de hacer MMP (sub 3:39). Eso sí, superando lo predicho por McMillan.
Qué ganas tengo de correr por ahí.

¿Y para París?
Bueno. En primer lugar tengo el dato de mi Medio Maratón de Santander de hace dos semanas. Allí hice mi MMP en esa distancia (en un día de perros y en un recorrido duro) con un tiempo de 1:42:41. Según la calculadora McMillan me sale una posible marca en París de 3:36:06.
En el test de hoy los resultados han sido éstos (con una medición de los 6 km más precisa):
-Primera serie en 29:26 a ritmo medio de 4:54, con unas pulsaciones medias de 141 ppm (máx. 147). Casi calcada a la de 2015.
-Segunda serie en 26:51 a ritmo medio de 4:28 con unas pulsaciones medias de 149 (máx. 158). Más rápida que en 2015, pero sufriendo al final.
La diferencia entre ambos ritmos en esta ocasión ha sido de 26” (más de 24”), por lo que el ritmo medio de la primera serie puede ser válido para el maratón, aunque me parece excesivo viendo las pulsaciones.
Bien. Según el test de hoy y mis pulsaciones, y viendo la marca de Santander, no me parece excesivo tomar como posible ritmo medio en París correr a 5:07 e intentar acercarme a los 3:36 que me dice la calculadora McMillan. De todas formas bajar de 3:39 para hacer mi MMP es correr a 5:11. Por lo tanto un ritmo en torno a los 5:08 y 5:10 sería perfecto y, creo, accesible para llegar bien a los últimos 10 km de la carrera, donde se paga lo que se debe si te pasas de vueltas al principio.
Otra cosa será ver qué día tengo en París, si el tiempo nos acompaña, si me encuentro bien, si no cometo errores de alimentación, si…
En fin. A pesar de la lesión que tuve a mediados de enero creo que me encuentro bastante bien. Igual hasta me benefició correr esas semanas menos de lo previsto (incluso en una semana solo corrí 6 km). El cuerpo tiene esas cosas que siempre nos sorprende.
Lo importante es que voy ilusionado a París y, haga la marca que haga al final, creo que voy a disfrutar de la carrera.

Os pongo aquí el archivo de Garmin del entreno de hoy: