Este
domingo pasado participé en una carrera diferente y muy atractiva (y dura): la
Subida Pedestre a los Lagos de Covadonga.
Cuando uno
de los amigos de los Beer Runners de Bilbao, Iñaki, comentó hace unos meses que
iba a ir a correrla, enseguida me animé yo también. Los Lagos es uno de los
puertos míticos de la Vuelta a España y del ciclismo mundial. Yo en bici lo subí hace años en la marcha cicloturista “Subida a los Lagos de Covadonga” (que se corrió el sábado,
por cierto) y en varias ocasiones que me he acercado hasta allí a ver la
Vuelta. Y como el año pasado inicié en el Tourmalet (mi puerto favorito) mi
lista de subidas a puertos míticos corriendo, pues qué mejor ocasión que una
carrera organizada para sumar mi segundo gran puerto a mis piernas de corredor
(mis piernas de ciclista tienen una muy larga lista de puertos ascendidos en
muchas partes de Europa).
En fin.
Que tontamente nos juntamos entre Beer Runner y amigos casi una docena de
personas que formamos parte de los 117 valientes que llegamos hasta la meta
(supongo que saldrían algunos más). La mayoría de nuestro grupo fue el viernes,
y tres fuimos desde Bilbao el mismo domingo, tras un buen madrugón.
El día
salió tristón, con algo de sirimiri, perdón, orbayu, como le llaman en
Asturias, y una niebla que impidió admirar los bonitos paisajes de esta
preciosa carretera a los que no la conocían. Para correr igual es mejor así,
pero yo hubiera agradecido algo de sol en la subida, y sobre todo arriba, tras
terminar.
De salida
nos fuimos quedando por la parte de atrás del pelotón. La subida es dura y es
mejor pecar de prudencia al principio. Luego ya nos fuimos desperdigando un
poco, ya que algunos caminaron a tramos y otros nos paramos a hacer algunas
fotos. Yo acompañé a Diana y Txus hasta el km 6, más o menos, y luego apreté un
poco para ir subiendo con el objetivo de no caminar ni un metro de la subida.
Se me
hizo algo dura la parte desde la Huesera hasta el Mirador de la Reina, ya que
ahí es donde más pendiente hay y donde se me cargaron bastante los gemelos y
sóleos, tanto que descarté mi idea inicial de bajar el puerto corriendo tras la
carrera, en vez de esperar al autobús. Por suerte, desde el km 9 ya hay más
descansos, alguna bajada y ya no hay rampas duras.
Poco a
poco fuimos coronando la carrera y no tardamos en juntarnos todos en la meta
con una sonrisa amplia en nuestros rostros, ya que ésta es de esas carreras que
te dan una gran satisfacción solo por llegar a la meta.
Diana y
Txus, que iban un poco temerosos de la subida, lograron terminar como
campeones, tras una subida llena de risas y de esfuerzo. El gran Iñaki también
entró en meta alzando los brazos. El año pasado subió el Angliru y este año
Lagos. Parece que se va a especializar en puertos asturianos.
Nadia,
que iba un poco lesionada, también llegó a meta con la ayuda de Juantxu, que
podía haber llegado el primero de los Beer Runners con facilidad, pero prefirió
ir por detrás para ayudar a Nadia a terminar. Un ejemplo de un gran corredor y
persona.
Los
demás que nos acompañaron llegaron a meta bastante antes que nosotros, pues
tienen un nivel mayor, pero se agradeció su presencia en el pre y en el post
carrera.
Quiero
hacer una mención especial a la magnífica organización de la carrera. Es verdad
que al ser pocos participantes es más fácil tratar bien a todos, pero por 16
euros tuvimos una carretera cortada solo para nosotros, camiseta, dos puestos
de agua en el recorrido y un buen avituallamiento en la meta, autobús para
bajar, subida a meta de nuestras bolsas (que ya venían con la etiqueta pegada
de cada uno) y una entrega inmediata al llegar arriba, una masajista,
cronometraje con chip, trofeo-recuerdo, duchas en Cangas de Onís, etc. Un 10
para la organización.
En
resumen. Una carrera dura pero muy motivante por el reto que significa, una
jornada muy agradable entre amigos y buenos momentos, y una muesca más en mi
haber deportivo. Espero seguir mucho tiempo sumando este tipo de experiencias.
Son de las que mejor recuerdo me dejan.
Foto antes de salir. Casi salimos todos los participantes.
Esperando el momento de empezar a correr.
Típica foto de los pies dándose ánimos unos a otros.
Primeros compases y todos los Beer Runners Bilbao juntos.
El pelotón se estira.
Ya en las primeras rampas duras.
Diana dice que iba con miedo a la carrera, pero no dejó de hacer el tonto en toda la subida. Qué tía.
Aprovechando el avituallamiento para seguir nuestro lema: mucho más que correr.
Llegando a La Huesera con buen ánimo y buena cara.
Última curva y entrada en meta bajando.
El gran Iñakitxu cruzando el arco de meta.
Diana contenta. No es para menos.
Y Txus, que casi no puede entrenar pero llegó a meta como un campeón.
Foto de grupo antes de bajar. Qué pena la niebla.
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