Una semana después del 50k de Washington, y todavía cansado de la carrera y del viaje y con la rodilla aún tocada, me tocaba participar junto a algunos amigos de los
Beer Runners Bilbao en el 2º Duatlón por equipos de la Vía Verde de los Montes de Hierro, entre Beci (Sopuerta) y Pobeña.
En esta carrera se corre por equipos de cuatro, con un ciclista que hace el recorrido entero (37 km) y tres corredores que lo hace en tres relevos. Luego se suma el tiempo del ciclista con el total de los tres corredores.
Los dos equipos y mi hijo, después de la carrera.
Formamos dos equipos de
Beer Runners Bilbao: en el primero yo era el ciclista y corrían Mario, Vero y Sandra; y en el segundo en la bici iba Belda, y corrían Jon Laviña, Kike y Luis. Además, también participaba mi hijo en bici con tres amigos suyos.
Para esta carrera he usado mi nueva bici de
gravel, con la que estoy disfrutando mucho. Para este recorrido esta bici es perfecta. Con una de carretera hay tramos, sobre todo la primera bajada, en la que apenas puedes rodar seguro, y con una BTT, al ser bastante llano y con mucho asfalto el final, no vas lo rápido que te gustaría. En cambio, con la de
gravel, pasas bien las zonas de tierra y pista, y en el asfalto casi vas igual que en una bici de carretera.
Llego el fin de semana de la carrera y la profunda borrasca Amelie dejó sus huellas en Bizkaia, y entre estas huellas quedó que la segunda parte del recorrido estaba cortada por la caída de un árbol.
Por ello, la organización en un principio retrasó la salida para ver si podían despejar el camino, y al final, además de un retraso de una hora, la carrera quedó reducida al primer tramo, Bezi - La Aceña, 15,5 km. Así que saldríamos primero los ciclistas hasta allí, y después corrían todos los corredores pero solo se tenía en cuenta el tiempo del primer relevista, que era quien llevaba el chip. La suerte fue que, con el retraso, para cuando salimos ya no llovió más y quedó una mañana bonita.
Una pena para todos. A mí, en parte me vino bien porque así forzaba menos tiempo la rodilla. Eso sí, al ser el esfuerzo más corto salí a tope y así seguí hasta la Aceña.
Una vez comunicado al resto del equipo la suspensión de los dos tramos finales (ya que estábamos dispersos en varios coches según la logística que nos habíamos preparado), fueron todos a Bezi. Luego se empezó a dar la salida a los ciclistas, cada minuto, y yo salí a las 10:09 y Belda justo un minuto por detrás.
Al de 200 metros de salir teníamos una bajada de menos de 900 metros por una pista de cemento muy pronunciada que la bajé muy despacio, por miedo, ya que terminaba en un par de curvas antes de entrar en un camino que ya daba paso a la Vía Verde en la antigua estación de Traslaviña. Viendo luego en Strava, mi hijo, que baja muy rápido y lleva una BTT de doble suspensión, me sacó en esos metros 1:28 minutos. Luego en meta quedó justo delante de mí por 6 segundos. Qué envidia me da la gente que baja sin miedo.
Tras esa bajada ya venía un terreno en el que podía rodar rápido en mi bici. Había muchos charcos y algo de barro, además de muchísimas ramas por el suelo, pero al ser bastante llano yo iba pedaleando a tope sin preocuparme mucho del terreno. Es un recorrido muy bonito, con varios túneles y algunos puentes de madera. A mitad del recorrido teníamos una dura subida de medio kilómetro que me costó subirla porque llegué allí con el pulso a tope. Luego una bajada otra vez difícil y ya a rodar otra vez hasta el último repecho durísimo que nos dejaba en la improvisada meta.
En meta esperé hasta que llegaron los últimos ciclistas mientras comí un arroz con leche que nos habían preparado que estaba riquísimo. Tenía que haber comido algo más, porque luego regresé en bici por carretera hasta Bezi a por el coche y llegué medio pajarón. Además, me confundí de carretera y tardé una hora en llegar hasta el coche con dos subidas.
Cuando volví a La Aceña, ya habían acabado todos los corredores y me junté con el resto del equipo. Mario hizo un carrerón y los demás disfrutaron, y sufrieron, por el recorrido y sus cuestas, tanto las dos bajadas como las dos subidas.
La verdad es que, pese al contratiempo de la anulación de los dos tramos finales, lo pasamos muy bien. Habrá que repetir el año que viene, y esperemos que haga buen tiempo.
Vero en pleno esfuerzo.
Sandra.
Luis.
Sandra.
Luis y Kike.
Salida de Alex.
Mi salida.
Salida de Belda.
Sandra en meta.
No quedamos los últimos.
Con Belda en meta.
Con Alex en meta.
Terreno ideal para una gravel.
El arroz con leche.