Entrando en meta en 2012, mi segunda participación en San Sebastián. Este año será la cuarta.
Mi intención es clara: solo acabarlo bien, sin ningún objetivo de tiempo, como si tardo 4 horas y media. Por lo tanto, de Berlín hasta aquí no me planifiqué los entrenamientos. Solo descansar un par de semanas y empezar a hacer kilómetros para no perder la buena forma con la que llegué a Berlín.
Al principio la cosa iba bien y así han transcurrido las semanas de entrenos hasta ahora:
Semana 1: 13 km (de trail suave). Una primera semana casi de descanso total, con una salida de 13 km por monte y un día de senderismo suave.
Semana 2: 44 km. Ya con una salida progresiva de 20 km el domingo.
Semana 3: 42 km. En la tercera semana la cosa se empezó a torcer. El segundo día que entrené no me encontré fino y en un trail que corrí el domingo me retiré porque iba demasiado cansado. Empecé a tener dudas de si correr San Sebastián.
Semana 4: 42 km. Esa semana estaba apuntado al Medio Maratón de Zubiri-Pamplona, pero como seguía muy cansado me hicieron unos análisis y me encontraron que tenía la Urea en sangre bastante alta. Ésa podría ser la causa de la fatiga y seguramente estaba producida por no beber lo suficiente. El médico me dejó ir a Pamplona, pero corriendo muy suave (1:55) y bebiendo mucha agua. Las dudas sobre el maratón seguían, pero al haber podido hacer bien el Medio Maratón me animé un poco. Seguía sin estar seguro, pero no tiraba la toalla.
Semana 5: 28 km. La semana siguiente seguí bebiendo mucho y con entrenos suaves. No hice ninguna salida de más 11 km.
Semana 6: 48 km. Esta semana ya me encontraba algo mejor, pero seguí al ralentí hasta que los nuevos análisis me confirmaron que todo estaba ya ok. Parecía que la fatiga remitía, pero me vino otro problema: me empezó a molestar una articulación del pie derecho. Por suerte me permitía correr, pero al caminar me molestaba más. A pesar de todo ese domingo ya corrí 25 km, con alguna molestia en el pie pero con buenas sensaciones en cuanto a mi estado físico general.
Semana 7: 102 km. Esta era la semana decisiva para ver si corría o no en SS. A falta de tres semanas para el maratón, y a la vista de que me encontraba mucho mejor (pese a la molestia en el pie), decidí hacer una apuesta por meter un volumen elevado de kilometraje. Corrí todos los días, salvo el lunes, y completé 102 km, mi récord en una semana. Además, uno de los días metí unas series cortas. Acabé muy contento con una tirada larga final de 30 km.
Semana 8: 44 km. A falta de dos semanas para el maratón, he corrido dos días suaves, uno con 6 series de 1 km con recuperación de 2 minutos y un fondo progresivo de 15 km. He notado algo de cansancio de la semana anterior, pero dentro de lo normal.
Semana 9: Última semana. Descansar y a ver qué pasa el domingo.
Como veis, un entrenamiento no demasiado coherente para correr un maratón. Sin contar los kilómetros que corra esta semana, desde Berlín he corrido 363 km en ocho semanas, pero no muy bien repartidos. En lo que va de año llevo 2.177 km.
Pero como no llevo ninguna presión de tiempo y cuento con mi experiencia de 15 maratones, creo que sabré regular hasta el final para lograr acabar en condiciones.
De la fatiga parece que me he olvidado, y lo del pie tiene toda la pinta de que es uno de los brotes de la artritis que tengo que de vez en cuando me provocan dolores de origen desconocido. Por suerte la molestia cuando corro es pequeña. Espero que siga así el domingo.
La mala noticia es que parece que va a hacer frío y lluvia, como en mis dos anteriores participaciones en San Sebastián en 2012 y en 2013. Y no me gusta pasar frío. Pero es lo que tiene correr en San Sebastián a finales de noviembre. Habrá que adaptarse y acertar con la ropa.
Ya os contaré.
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