miércoles, 10 de julio de 2019

"Txipiroi" trail

El sábado corrí en Ea (Ie en el euskera local) la carrera de trail "Txipiroi", una prueba que pertenece al circuito de la Urdaibai Kopa, una liga de pruebas que se corren en distintas localidades de la zona de Urdaibai, en Bizkaia. No tenía pensado correr ninguna carrera hasta el 4 de agosto, en la Subida al Veleta, pero, al ver que quedaban dorsales para esta carrera, y como iba a estar ese fin de semana en Lekeitio (Ea está a 10 km), pues me animé y me inscribí.

No es una carrera excesivamente dura, pero 21,5 km con casi 1.000 m de desnivel positivo tampoco son un paseo. Me iba a venir bien para mantener el tono y para fortalecer las piernas, que para los 50 km de la Subida al Veleta las voy a necesitar a tope.
De todas formas, hasta el mismo sábado no estaba seguro de si iba a poder terminar esta carrera, pues durante toda la semana anterior me había encontrado muy cansado. Tenía miedo que el cuerpo me hubiera dicho basta tras la paliza que lleva desde el 1 de junio, Spitsbergen Marathon, hasta ahora, donde he enlazado entrenamientos duros de trail, el WOP Challenge y los 57 km del Gorbea Beat the Sun (Acto 2º). Eran varias semanas seguidas sin hacer un verdadero parón para descansar, así que los días previos a la Txipiroi me empecé a preocupar un poco.
De todas formas, cuando empecé a correr en Ea vi que iba bien. Sin duda, el cansancio de los días previos solo era aparente (por el calor y por no dormir bien), ya que tanto el pulso en reposo, como el test de recuperación en 1 minuto y los datos de los entrenamientos de junio me indicaban que estaba bien, que no era una fatiga sistémica que me obligara a parar.
Una de las mayores preocupaciones que me daba esta carrera era la poca participación que tiene, lo que junto al hecho de ser puntuable para la Urdaibai Kopa me hacía temer que solo la corriera gente de nivel alto, por lo que mi pelea iba a ser para no llegar el último.
Por suerte para mí, al empezar a correr, y ya pasadas las zonas más duras, vi que tenía gente por detrás y que los que iban justo por delante tampoco parecían mucho más rápidos que yo.
Como os he dicho, al empezar a correr por las calles de Ea (un pueblo tan pequeño como su nombre), ya vi que el cuerpo me iba a responder. Enseguida afrontábamos la primera subida dura del día, con un pequeño atasco de corredores, ya que solo podíamos pasar de uno en uno. Luego venía una bajada, luego una subida, luego una bajada,... Y así toda la mañana. Un continuo subir y bajar interrumpido por un primer paso por el pueblo en el km 7.
El recorrido es muy bonito, con alternancia entre pistas por pinares y senderos al costado de la mar, junto a las rocas de la costa. La organización me pareció excelente, cuidan a los participantes y la distribución de los avituallamientos es muy buena. Menos mal, porque pasamos mucho calor y el agua era vital.
Durante la carrera mantuve un ritmo bastante estable, sin ahogarme en las subidas y disfrutando en las bajadas, sobre toda la última, la más larga, de cuatro kilómetros hasta meta por unos caminos muy bonitos.
Al final terminé el 71 de 103 participantes, muy a gusto y con la sensación a haber corrido bien, disfrutando. Además, pude saludar a algunos de mis amigos del pueblo. Qué más se puede pedir.
Y para terminar bien el fin de semana, el domingo corrí 14 km entre Lekeitio y Ondarroa, otra carretera donde todo es subir y bajar. Un buen entrenamiento para el Veleta.













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