sábado, 20 de marzo de 2021

No, Filípides no corrió 42 km y después murió

Casi todo el mundo, sea o no aficionado al atletismo o al deporte, ha oído contar que la carrera del Maratón (los famosos 42,195 km) surgió como un homenaje a la gesta del soldado Filípides, quien, se cuenta, recorrió esa distancia entre la llanura de Maratón, donde el ejército ateniense acababa de derrotar al ejército persa invasor, y Atenas para comunicar la victoria antes de morir por el esfuerzo.

Estela que conmemora la batalla de Maratón, en las cercanías de la ciudad de Maratón.

¡Ay, las leyendas! Las leyendas son mucho más fáciles de transmitirse de generación en generación que la historia real. Y, además, de generación en generación, las leyendas van mutando hasta que la historia original queda diluida y convertida en algo totalmente diferente.

En primer lugar, hay que decir que entre Maratón y Atenas no hay algo más de 42 km de distancia, sino algo menos de 40 km. De hecho, la primera carrera de maratón, la que tuvo lugar en las primeras Olimpiadas de la edad moderna en Atenas el 10 de abril de 1896 con victoria del atleta local Spiridon Louis, se corrió sobre una distancia de unos 40 km. No fue hasta las Olimpiadas de 1908, en Londres, cuando se corrió el maratón con una distancia de 42,195 km, aunque esa distancia no se hizo oficial y definitiva hasta las Olimpiadas de París, en 1924 (podéis leer más sobre todo esto aquí).

En segundo lugar, los historiadores dudan que Filípides fuera un personaje real. Seguramente fue una figura legendaria que ha pasado al imaginario popular. Es cierto que en el ejército griego había hemeródromos, mensajeros que llevaban las órdenes o los mensajes corriendo (y supongo que también a caballo), pero no es seguro que Filípides fuera una de ellos, o que fuera el mensajero que, supuestamente, llevó el mensaje en la batalla de Maratón.


La batalla

En septiembre del año 490 a.C., en medio de la guerra entre Persia y Grecia, ocurrió la batalla de la llanura de Maratón, cerca de esa localidad griega, donde había desembarcado parte del ejército persa, a las órdenes del rey Darío I.

El ejército griego, al mando de Milcíades, era mucho más reducido en número que el persa. Por ello, Milcíades estaba muy interesado en que la vecina Esparta se uniera a Grecia contra los persas. Según el relato de Heródoto, Milcíades encargó a un hemeródromo, supuestamente Filípides, que recorriera la distancia hasta Esparta (unos 260 km) para pedir su ayuda. Lo hizo en dos días.

Aunque Esparta no respondió a ese mensaje, los griegos lograron, pese a su inferioridad numérica, expulsar a los persas. Pero, como la flota persa seguía intacta y se iba a dirigir hacia Atenas, Milcíades envío de nuevo a un hemeródromo para informar de la victoria y para avisar de la llegada de los barcos persas. Se cuenta que ese mensajero murió al llegar. Pero, ¿era Filípides? ¿No había ido a Esparta antes? ¿De dónde viene esta leyenda?


La leyenda

Unas décadas después de esta histórica batalla, el historiador griego Heródoto escribió el relato de la misma y allí hablaba de la primera carrera de Filípides para ir hasta Esparta, pero no mencionaba nada del segundo viaje a Atenas.

Fue otro historiador, el romano Plutarco, quien, cinco siglos después de la batalla de Maratón, hablaba del viaje a Atenas, pero según él, fue un tal Tersipo, otro hemeródromo, quien lo llevó a cabo.

Y un siglo después, era otro historiador, Luciano de Samósata, el que decía por primera vez que Filípides fue quien llevó el segundo mensaje a Atenas.

Para los atenienses, la leyenda de la gesta de Filípides seguro que resultó muy popular, mucho más que reconocer que, finalmente, también el ejército de Esparta, con unos 2.000 soldados, recorrió en dos días los más de 200 km hasta Atenas para ayudar a sus vecinos a luchar contra los invasores.

A partir de aquí, la leyenda fue haciéndose más popular y en 1879, el poeta Robert Browning escribió el poema titulado “Filípides”, poema que inspiró al académico Michel Bréal, amigo del barón Pierre de Coubertin, para incluir la carrera de fondo entre Maratón y el estadio olímpico de Panathinaikó, en el corazón de Atenas, en los primeros Juegos Olímpicos modernos de 1896.


Confirmar la leyenda

Como las crónicas de aquella batalla se escribieron mucho después de los acontecimientos y las fuentes son dudosas, es imposible saber si realmente existió Filípides y si corrió hasta Atenas para morir tras dar la noticia. Para muchos expertos, es solo una leyenda romántica.

Pero, sí que es posible averiguar si una persona puede correr de Maratón a Esparta en dos días. Y, como es posible hacerlo, pues alguien lo hizo.

En 1982, el comandante de la Fuerza Aérea Real británica, John Foden, y cuatro oficiales corrieron 246 km entre Maratón y Esparta, ida y vuelta, para ver si era posible hacerlo en dos días. Tres de los cuatro lo lograron en algo más de 37 horas y media.

A partir de ese año, se corre el ultramaratón llamado Espartatlón, sobre ese recorrido.

Recorrido del Spartatlón.


martes, 23 de febrero de 2021

Objetivos para mantener la motivación

La verdad es que, con todo lo que estamos viviendo, no he tenido apenas ganas de escribir algo nuevo en este blog. Pero, poco a poco, y esperemos que sea más pronto que tarde, la vida va retornando. Y mi vida deportiva, bien lo sabéis, pasa por viajar para correr o montar en bici. Así que, como la esperanza es lo último que pierdo normalmente, ya estoy inscrito en varias carreras para este año 2021. No van a ser todas las que me gustaría, pero en mi agenda vuelve a haber objetivos ilusionantes.

Este es el escenario por el que transcurre el Jungfrau Marathon, mi objetivo para septiembre.

Para empezar, mi idea era correr este año las carreras que no pude correr el año pasado, como el Maratón de las Islas Feroe o el de Rotterdam. Finalmente estas carreras no las voy a correr, al menos este año. Y seguramente tampoco el trail de Islandia que tenía previsto el verano pasado.

El de Rotterdam se pasó de abril de 2020 a octubre de 2020, y luego a octubre de 2021. Tenía dorsal, el vuelo y el hotel. Pero en la misma fecha de octubre de 2021 tenía otro objetivo, que era el de repetir los 50k del Maratón de los Marines de Washington, por lo que cancelé la inscripción (pude vender el dorsal en la web oficial), el hotel y me han devuelto el dinero del vuelo. Por desgracia, el Maratón de Washington tampoco es seguro que se corra este año en formato normal. Otro objetivo cancelado.

El de las Feroe sí parece que se va a correr, pero solo con participantes locales. Me devuelven el pago de la inscripción y he podido recuperar el dinero del vuelo.

Así que, las carreras de 2020 no las haré tampoco en 2021.

Bueno. Vamos con las buenas noticias.

El año pasado, cuando se cancelaron Feroe y Rotterdam, me inscribí también al Maratón de Atenas, en noviembre, que parecía que se iba a celebrar. Finalmente también se canceló y he pasado la inscripción a 2021. Creo que para noviembre no habrá problema para correrlo. Tengo hotel reservado y ya compraré el billete de avión más adelante.

Pero como no puedo esperar tanto tiempo para volver a viajar para correr, he reservado hotel para el Maratón del Stelvio en junio, carrera que corrí en 2018 y me enamoró. Por ahora no he comprado el billete de avión y la inscripción se puede hacer el día antes. Me mantengo a la espera de ver si podré viajar en esa fecha.

También he podido conseguir un dorsal para el Jungfrau Marathon, en Suiza, en septiembre. Es un maratón de montaña con más de 4.000 participantes, uno de los grandes maratones de trail de Europa. conozco el recorrido porque estuve por ahí de vacaciones hace unos años y es precioso. Espero que para septiembre nuestra vida sea lo bastante normal como para viajar sin problemas. Tengo ya el hotel, a la espera de comprar el vuelo.

Para terminar el año mi idea es volver en diciembre a Lanzarote, y si no estoy muy cansado del Maratón de Atenas, haré otra vez el Maratón de Lanzarote. Si no, me conformaré con el Medio Maratón o el 10k.

Pero antes de todo esto espero correr los duatlones del País Vasco que se puedan organizar antes del verano. Ya estoy inscrito en el nuevo duatlón de larga distancia de Zuia, en mayo, y espero poder correr antes en Oñate y en Amorebieta.

Bueno, como veis mi plan para recuperar la moral y las ganas de vivir es seguir haciendo planes que me mantengan ilusionado. Y si se tuercen, pues a hacer nuevos planes.

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Resumen deportivo de la década (2ª parte)

Sigo con el resumen de la década con los años 2016 a 2020.

El Maratón de Spitsbergen fue uno de los grandes días de estos últimos años.


2016:

El primer reto deportivo del año fue en abril en el Maratón de París. No me fue demasiado bien.

En mayo corrí en Valencia la bonita carrera Wings for Life World Run, en recuerdo de Felix. Completé 27 km hasta que me atrapó el catcher car que hace de meta.

De Valencia volé a Atenas por trabajo y corrí un poco en la ciudad de Maratón y por Atenas.

Muy bonita Atenas.

En mayo hice mi MMP en Medio Maratón en Santoña. Un buen día.

En junio participé en la Subida a los Lagos de Covadonga.

Y corrí un poco por el Señorío de Bertiz en junio.

Y en julio completé mi reto personal Gorbea Beat the Sun. 82 km de mi casa al Gorbea y vuelta en el día.

En julio estuvimos en el Tour y aproveché para subir corriendo al Pic du Midi.

En septiembre corrí el Maratón de Berlín.

Y en noviembre el de San Sebastián.

2017:

Empecé en febrero con un trail exigente. Apuko mendi lasterketa.

Aprovechando un entrenamiento en Bilbao con Chema Martínez le regalé mi novela 42,2 Muerte en Central Park y le dimos una camiseta de los Beer Runners.

En abril corrí el Maratón de Madrid.

En mayo regresé con buena compañía a Valencia a la Wing for Life Worl Run.

Ese año hice 33 km. Mejor que en 2016.


También en mayo corrí el Beer Lovers Marathon en Lieja, Bélgica.

Y fuimos al Gorbea los Beer Runners Bilbao en un día espectacular.

En junio completé el ultra del Zermatt Marathon en Suiza.

En julio fuimos al Tour.

Y en agosto hicimos un viaje espectacular a los EE.UU. Aquí en Yosemite, con Tom y Marilyn.

En Sequoia National Park.

En el Gran Cañón.

Qué maravilla de lugar.

Y vimos el eclipse total de Sol en Ontario (Oregon).

Un eclipse total de Sol es una experiencia única.


En septiembre corrimos con Marín Fiz en Bilbao.

En noviembre corrí el Maratón de Valencia.

Un buen maratón.

Y en diciembre el Maratón de Lanzarote, un sitio inmejorable para ir en esas fechas.

2018:

Empezamos 2018 con el Medio Maratón de Irun, en un día muy frío.

En marzo corrí el Maratón de Barcelona por tercera vez.

En abril fuimos a la Azkoitia-Azpeitia, una carrera muy bonita.


Y Urkiola.

Y medio Tourmalet mientras Alex subía en bici.

Corrí un poco por Gavarnie.

Todo ello para entrenar para el maravilloso Maratón del Stelvio.

Qué carrera más bonita.

En julio corrí de Bilbao a Lekeitio, jugando a ultrarunner.

Fuimos al Tour.

Vimos ganar a Geraint Thomas.

En agosto estuve por Pirineos. Aquí, en Ordesa.

En septiembre corrí el Maratón del Medoc.

Y en octubre la Gernika-Bilbao.

Y una vez más corrí el Maratón de Nueva York.

Esta vez con muy buena compañía.

Pude reunirme con Juan y Linda.

Y terminé el año deportivo con el Maratón de San Sebastián, mi maratón número 25.

2019:

En abril corrí el Maratón de Milán, tras un viaje accidentado.

Con Martín Fiz, en Vitoria, con mi nuevo libro sobre maratones del que él escribió el prólogo.


En junio volé con Alex a las Islas Svalvard, a Longyearbean, la ciudad más al norte del mundo para correr el maratón más al norte del mundo. 

El reino del oso polar.

Un paisaje muy diferente. Toda una experiencia.

En junio hicimos el WOP Challenge, corriendo 24 horas alrededor de Bizkaia.

Fue una experiencia magnífica para el equipo Beer Runners Bilbao.

La llegada a meta todos juntos fue un subidón.

En julio intenté repetir el Gorbea Beat the Sun, pero el calor me fundió y lo dejé en 57 km,

Estuvimos en el Tour.


Corrí por La Mancha.


Y el Maratón del Río Boedo, en Báscones de Ojeda, donde me lesioné.

En septiembre autopubliqué la segunda parte de Solo a través de los Pirineos.

Terminé el primer 50k de Washington.

Donde me junté con Juan y Linda una vez más.

Además de encontrarme con la mítica Kathrine Switzer.

Hicimos el Duatlón de los Montes de Hierro. Yo en la bici.

Un día bonito.

Estrené bici de gravel. Muy divertida.

Fuimos al Maratón de Málaga, pero por la lesión solo pude hacer unos kilómetros. Eso sí, lo pasamos fenomenal.

En diciembre di una interesante charla sobre la navegación en los tiempos de Elcano en mi Escuela de Náutica.

Y terminé el año en Gorliz con la Bilbaina.

2020:

Del 2020 ya hice resumen en esta entrada.

Solo pongo estas dos fotos que me traen buenos recuerdos.